Colas kilométricas de más de tres horas en Gaza para ir al baño o conseguir gas de cocina

Colas kilométricas de más de tres horas en Gaza para ir al baño o conseguir gas de cocina

Esta es la nueva rutina de los gazatíes: guardar cola en torno a una de las pocas panaderías que siguen abiertas en Gaza.

 

 

 

Los desplazados de la guerra en Gaza, sobre todo niños y adolescentes, hacen hasta tres horas de cola para poder utilizar un baño o conseguir gas con el que cocinar los alimentos aprovechando la tregua acordada entre Israel y Hamás, relató hoy por videollamada desde Gaza el portavoz de UNICEF, James Elder.

“He visto colas de más de un kilómetro de gente bajo la lluvia esperando para conseguir gas para cocinar y que la mitad se haya tenido que marchar a casa con las manos vacías”, describió a la prensa acreditada ante la ONU en Ginebra.

Elder, que llegó justo antes del comienzo de la tregua el pasado miércoles, reveló que la entrada de ayuda humanitaria en Gaza es “significativa, pero no suficiente” y que se necesitarán más de cuatro días de pausa de los bombardeos para atender a todas las personas necesitadas.

En su testimonio, aseguró que la situación es “mucho peor de lo que se imaginaba”, especialmente en el sur, donde hay más de 1,8 millones de desplazados que apenas habían recibido ayuda en más de seis semanas de hostilidades.

“Puedes ver la devastación, el trauma y el estrés en las caras aturdidas de las personas, especialmente de los niños”, afirmó.

Sostuvo que un alto al fuego permanente es “fundamental” para el futuro de los niños gazatíes que sobrevivirán a esta guerra y que han quedado huérfanos, traumatizados y tienen unas condiciones actuales de vida que “no son adecuadas para su recuperación”.

“Sólo podrán recuperarse cuando reciban el apoyo que necesitan y sus vidas comiencen a volver a la normalidad y esto sólo comienza con una paz duradera”, dijo Elder, quien recordó que al menos un millón de niños gazatíes experimentan trauma y estrés de salud mental.

“Hablé con un niño de siete años que había perdido a su padre, a su madre y a su hermano gemelo y le pregunté a su tía: ‘¿por qué cierra los ojos cuando habla?’ y me dijo: ‘Tiene tanto miedo de olvidar cómo eran sus padres y su hermano que cierra los ojos para no perderlos en su mente como lo hizo en la vida real”.

“La tregua tiene que convertirse en un alto el fuego permanente porque, si no lo hace, volveremos al punto de partida”, afirmó.

EFE

Exit mobile version