Ubicado al norte del estado Monagas y a dos horas y media de Maturín, Caripe es muy conocido por ser el municipio turístico de esta región de oriente, es caracterizado por tener un clima muy fresco, la Cueva del Guácharo y sus fresas con crema. En diferentes épocas del año solía ser uno de los lugares más visitados por turistas de otras entidades del país así como extranjeros.
Por: Jefferson Civira – Corresponsalía lapatilla.1eye.us
Desde hace unos cinco años, la realidad en este municipio que depende principalmente del turismo ha cambiado radicalmente debido a las deficiencias en los servicios que recrudecen cada vez más. En la actualidad, el principal problema que aqueja a sus pobladores y a quienes suelen visitarlo, es la falta de combustible, tanto así que hasta un mes puede tardar en llegar la cisterna a las únicas dos estaciones de servicio, dolarizada y subsidiada.
Quienes aún sobreviven vendiendo dulces criollos, artesanía, fresas con crema, bebidas a base de miel y souvenirs, en las inmediaciones de la Cueva del Guácharo, recuerdan que en otras épocas, especialmente los primeros días de enero, era tanta la cantidad de visitantes que acudían, que la carretera que comprende tres kilómetros desde la vía principal hasta el monumento, colapsaba de tantos vehículos.
“En los diferentes asuetos del año pero principalmente en enero, aquí llegaban muchísimos turistas, tanto de diferentes estados de Venezuela como de otros países. La cola de vehículos en toda la vía era impresionante; las personas tenían que bajarse de sus carros para caminar tramos considerables dependiendo de donde los haya agarrado la cola y se vendía bastante. Desde el 2019 comenzó a decaer el turismo en los carnavales, Semana Santa, las vacaciones escolares y en especial las primeras semanas de enero”, rememora Gloria de Zerpa quien tiene más de 23 años vendiendo dulces criollos en un espacio cercano a la cueva.
Junto a su hija Carolina Zerpa, tratan de sobrevivir en las adyacencias del monumento natural, declarado parque nacional el 27 de mayo de 1975. Es probablemente el atractivo turístico más importante que tiene el municipio Caripe. Otros lugares que reciben turistas son el Salto La Paila y cerro Negro en la parroquia Sabana de Piedra.
Madre e hija atribuyen la muy drástica disminución de turistas a la grave escasez de combustible en el municipio, ya que impide que las personas puedan viajar hasta esa zona. Desde hace más de un año el problema ha empeorado y a ello se le suma la crisis de los servicios como electricidad, agua y telecomunicaciones. Quienes tienen cabañas o posadas deben sortear todas estas dificultades para tratar de prestar un servicio acorde.
Sin embargo, deben cumplirse algunos requisitos como es tener combustible para que pueda funcionar una planta eléctrica y así garantizar al menos el servicio de agua a los huéspedes. Las fallas eléctricas pueden ser de corto tiempo como muy prolongadas y cuando ocurren, las personas quedan completamente aisladas del mundo ya que las señales de las tres operadoras del país quedan sin cobertura.
Turismo en picada
Yomaira Licett quien tiene un puesto de dulces criollos, recuerda que en años anteriores se organizaban planes vacacionales tanto de empresas privadas como del Estado, y en las vacaciones escolares eran muchos los niños que acudían. No obstante, asegura que luego de la pandemia “todo se vino abajo” y ha sido principalmente por la falta de gasolina que afecta muchísimo al municipio.
Este año, la mayoría de los turistas que han llegado a este pueblo de Monagas, son provenientes de países como Brasil, Colombia, México e incluso de Polonia. No obstante, la realidad con la que se encuentran es que no hay zona wifi luego que una tormenta ocurrida hace aproximadamente un mes, afectara las torres repetidoras de las empresas operadoras. Solo basta con ir hasta la taquilla donde venden los tickets para poder entrar a la cueva, le informan al visitante que solo aceptan efectivo, ya que no hay señal para punto de venta, pago móvil, biopago u otra transacción electrónica.
“El año pasado el movimiento estuvo mejor en lo que se refiere a la parte turística, pero este año ha sido muy duro, pero todo es principalmente por la situación del combustible. Hasta un mes podemos pasar en Caripe sin recibir gasolina, entonces cómo puede progresar un pueblo que depende mayormente del turismo si la gente no tiene como movilizarse. Para venir hasta acá se necesita suficiente combustible porque son dos horas y media desde Maturín y si aquí no llega nada, cómo se regresa”, son preguntas que no solo se hace Licett sino otros pobladores.
Posaderos en riesgo de desaparecer
LaPatilla pudo conversar con el propietario de varias cabañas en Caripe quien pidió mantenerse en el anonimato por temor a represalias y contó la difícil situación que afrontan los dueños de posadas ya que debido a la crisis en los servicios públicos, no pueden prestar una buena atención a los turistas. Al ser consultado acerca del porcentaje que ha caído el turismo en este municipio, no duda en afirmar que es de al menos 80% en los últimos cuatro años.
Afirma que el turismo atraviesa una situación crítica no sólo por los problemas en los servicios, sino por la parte económica donde las personas no cuentan con el poder adquisitivo para pagar una cabaña o una posada para una familia o un grupo numeroso de personas.
“Hay un concepto que se maneja mucho que es el turismo socialista o ahorrador y eso no funciona, no existe. No se le puede buscar la quinta pata al gato, no vas a poder lograr que eso calce, eso puede funcionar siempre y cuando tengas el apoyo, la inversión y la gratuidad de una cantidad de servicios del gobierno, empezando por el transporte de parte del gobierno. En el momento que eso desaparezca hasta ahí llegó todo. Aquí llegan autobuses llenos de estudiantes de Maturín, van a la cueva, toman fotos, tienen su almuerzo y refrigerio, pero eso no es turismo, porque no hay una redistribución del capital”, contó la fuente a La Patilla.
Añade que más del 60% de las empresas hoteleras en Caripe han cerrado ya que no hay gente que acuda con la intención de quedarse, sino que prefieren quedarse en casa de un amigo o algún familiar. En otros casos, ocurre que van grupos de hasta 20 personas y solo están dispuestos a pagar una pequeña cantidad de dinero, que tenga cocina y otros servicios, pero le muestran una cabaña y con todas sus comodidades y no están dispuestos a pagarlo.
“La percepción que se ha creado de los pueblos como Caripe, es que todo tiene que ser más económico sin importar la calidad del servicio, lo que puede costar unas sábanas o toallas hoteleras. En cambio, yo le puedo ofrecer una cabaña con cama matrimonial, nevera, televisor, cocina, sala, agua caliente, y pido $30 y la gente pide descuento, mientras partes, con menos comodidades, cobran más y lo pagan sin chistar”, manifiesta el hotelero.
Caripe se estancó
A juicio del posadero, el pueblo de Caripe se estancó en los años noventa en ofrecer pocas opciones de turismo, es decir, la Cueva del Guácharo, el café y las naranjas, esta última casi inexistente porque no hay cosechas debido al cambio climático que ha afectado mucho la siembra de esta fruta. Señala que para el turista nacional, la cueva no es algo que le atraiga tanto como pudiera ser a un turista internacional que lo verá como una maravilla, por lo que considera que Caripe debería tener y establecer más de un atractivo.
Considera que debería haber un museo campesino, otro de Humboldt, de los artistas de Caripe, algo que las personas puedan contemplar y que se mantenga en el tiempo pero que se adapte a la actualidad, pues a su parecer el museo que está cerca de la Cueva del Guácharo quedó obsoleto.
“Lamentablemente Venezuela nunca ha tenido políticas turísticas bien establecidas, los únicos que establecieron normas y llevaron el turismo a un nivel realmente competitivo, fueron los gochos. En la parte de Mérida sí se ha llevado el turismo de una forma competitiva; en Margarita se dio porque había muchísima gente de afuera con inversión alemana, española, holandesa, canadiense, italiana, francesa entre otros y esa influencia logró que se prestara un servicio de manera correcta, pero no por política nacional del gobierno”, explica.
Para elevar la calidad del turismo, se debe primero garantizar buenos servicios, desde vialidad, transporte, combustible, electricidad, telecomunicaciones, agua, entre otros. Pero además se debe contar con profesionales capacitados en mercadeo turístico. Sin embargo, se hace muy cuesta arriba cumplir con las promesas al turista cuando lo primero que se consigue es con una carretera en pésimo estado y al llegar al pueblo, kilométricas colas son las que reciben al visitante.
Mientras usted lee este reportaje, los pobladores de Caripe probablemente están sin electricidad, ya que los cortes se han recrudecido y ahora son interrupciones de hasta nueve horas y en algunos casos, todo un día sin el servicio. Los lugareños han creado una página en Facebook donde expresan todo su malestar por esta caótica situación que vive el municipio, donde muchos aseguran que nunca antes se había vivido algo parecido.