Panamá comenzará a deportar migrantes que ingresan por la selva de Darién de forma irregular.
Así lo informó la directora de Migración, Samira Gozaine, quien señaló que se incrementarán “paulatinamente” las expulsiones para frenar el flujo hacia Estados Unidos.
El inhóspito corredor se ha convertido en la ruta de cientos de miles que llegan desde Sudamérica.
Solo este año cruzaron 348.000, pese a los advertimientos de no permitir el ingreso estadounidense. En abril se deportó a 452, cifra ínfima.
Las nuevas medidas buscan controlar la ola migratoria con focos en personas con antecedentes.
Aunque los recursos son limitados, Panamá prepara vuelos para agilizar los procedimientos, enfocándose primero en los casos problemáticos. Casi la mitad de quienes ingresan son venezolanos.
Con información de AFP