Con una tormenta tropical intensificándose en el golfo de México y la ciudad más grande de Florida tambaleándose por un ataque por motivos raciales que dejó tres personas negras muertas, el gobernador Ron DeSantis abandonó la campaña electoral este domingo y regresó a su estado para sortear la crisis.
Por CNN
DeSantis habló este domingo por la tarde desde el centro de operaciones de emergencia del estado en Tallahassee para preparar la costa del golfo de Florida para la tormenta tropical Idalia, que podría tocar tierra como huracán este miércoles.
Antes de hablar sobre la tormenta, DeSantis leyó un comunicado sobre el ataque en una tienda Dollar General en Jacksonville. El pistolero blanco, a quien DeSantis llamó “escoria trastornada”, usó insultos raciales, dejó una perorata racista y dibujó esvásticas en su arma de fuego, dijeron las autoridades.
“Perpetrar violencia de este tipo es inaceptable”, dijo DeSantis. “Y atacar a las personas debido a su raza no tiene cabida en el estado de Florida”.
La tragedia de este sábado y la inminente posibilidad de devastación por otra tormenta pondrán a prueba cómo DeSantis equilibra sus deberes oficiales con sus ambiciones políticas. El republicano ha pasado gran parte de los últimos tres meses de gira mientras busca ganar la nominación republicana sobre un amplio campo de contendientes, incluido el expresidente Donald Trump, cuya propia respuesta a los desastres se convirtió en pasto para los demócratas en el momento de las elecciones.
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