En 1965, una pareja de adolescentes llamados Janet y Ron tuvieron gemelos, Bruce y Brian Reimer, fueron los dos primeros hijos de esta familia canadiense.
Por El Tiempo
Tras el parto, los dos parecían muy sanos, pero sobre sus ocho meses, mostraban signos de dificultad para orinar. Se les diagnosticó fimosis, una afección en la que el prepucio no se puede retraer.
La pareja llevó a sus hijos al médico para realizar una circuncisión, el primero en someterse a la cirugía fue Bruce Reimer. El procedimiento de este bebé salió terriblemente mal, pues el médico utilizó una aguja de electrocauterio en lugar de una cuchilla y quemó irreparablemente los genitales del bebé.
De inmediato, los padres decidieron que Brian no fuera sometido a la misma cirugía, por lo que regresaron a casa y meses después su fimosis se curó naturalmente.
Preocupados por la alteración en los genitales de su hijo, los Reimer acudieron a un sexólogo, quien sugirió hacer una reasignación de sexo y que este fuera criado como una mujer.
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