En una entrevista reveladora, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, confirmó que los aviones de combate F-16 entregados a Ucrania serán considerados como una amenaza “nuclear” por parte de Moscú.
Lavrov destacó la capacidad de estos aviones para transportar armas atómicas, lo que ha llevado a Rusia a tomar medidas y advertir a Estados Unidos, el Reino Unido y Francia sobre las consecuencias catastróficas que podrían derivarse de un enfrentamiento armado directo.
Durante mucho tiempo, Estados Unidos rechazó la petición de Ucrania de enviar cazas F-16 con el fin de evitar una escalada del conflicto. Sin embargo, en mayo accedió finalmente a la insistencia de Kiev.
Aunque aún no se ha anunciado el calendario exacto ni la cantidad precisa de cazas que serán enviados, la noticia ha generado preocupación en Rusia.
Ante el anuncio de Ucrania sobre la formación de una “coalición” de once países para entrenar pilotos en el manejo de estos cazas, Rusia ha reiterado su posición de que la presencia de tales sistemas militares constituye una amenaza directa en el ámbito nuclear.
Lavrov ha señalado que Rusia no puede ignorar la capacidad de estos aviones para transportar cargas nucleares.
La tensión entre Rusia y Ucrania ha ido en aumento en los últimos años, y este nuevo desarrollo solo agrega combustible al fuego.
Las declaraciones de Lavrov han dejado en claro que Rusia considera el envío de cazas F-16 a Ucrania como una provocación y una amenaza real para su seguridad nacional.
La comunidad internacional sigue de cerca esta situación y se espera que haya más discusiones y negociaciones para evitar una escalada aún más peligrosa.
Mientras tanto, Ucrania continúa fortaleciendo sus capacidades militares con la adquisición de estos cazas de fabricación estadounidense, lo que plantea serias interrogantes sobre el futuro de la región y las posibles repercusiones a nivel mundial.
Con información de AFP