La situación de los hospitales y los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) en cuatro municipios, de los siete que conforman al estado Apure, es motivo de preocupación para trabajadores del sector salud, pacientes y familiares. La falta de insumos básicos como solución 0,9%, adhesivos, analgésicos, yelcos y jeringas, entre otros, así como también la deficiencia de los servicios y la destrucción de las edificaciones, evidencian un panorama desalentador para quien se enferme en la entidad llanera.
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En una visita al principal hospital de Apure, Dr. Pablo Acosta Ortiz (Hpao), se pudo constatar que el servicio de laboratorio solo ofrece a los usuarios el examen de orina, debido a la falla de los reactivos necesarios para practicar pruebas sanguíneas.
Al menos durante cuatro años, el equipo de examen visual del consultorio de oftalmología del Hpao está inoperativo, por lo cual los pacientes se ven obligados a pagar una consulta privada para la revisión de su salud visual.
Los familiares de los enfermos, que pidieron anonimato, revelaron que en la entrada de la emergencia del Hpao, solo cuentan con un baño. Manifiestan que deben llevar su propio envase para recolectar agua y así garantizar el funcionamiento de la poceta.
Aseguran que en este centro de salud, el suministro de insumos varía dependiendo de la disponibilidad de los medicamentos en el depósito, y la entrega al personal es limitado. También dejan al descubierto que la sala de quirófano no cuenta con aire acondicionado. En esta área se atienden a los pacientes heridos de emergencia.
“En la emergencia no hay omeprazol, a veces hay soluciones. En la farmacia solo dan cinco ampollas de ketoprofeno frente a 100 pacientes evaluados diariamente en el hospital”, apuntó una fuente interna del hospital.
En el área odontológica, solo opera la Misión Sonrisa, cuya oficina está ubicada en la entrada del Hpao. Sin embargo, antiguamente, también se contaba con un consultorio especializado para la atención de los usuarios.
Un horno panadero
Ante este panorama adverso, Miguel Barrios, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Salud en el estado Apure (Sintrasalud-Apure) pide al gobernador Eduardo Piñate se apersone en el hospital de manera sorpresiva para que pueda conocer los verdaderos problemas existentes en el lugar.
“Conozca la situación de caos, paupérrima, vivida por los trabajadores y los pacientes. Hace falta iluminación en el hospital. Las autoridades de la salud le están mintiendo al gobernador, porque el hospital parece un libro de matemáticas, puros problemas”, apunta.
La sala de descanso de las enfermeras solo tiene una cama pequeña y sin aire acondicionado para ocho enfermeras supervisoras. Mientras que el área de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hpao parece la “Cueva del Guácharo”, sin luz y con deficiente climatización.
En la Unidad de Cuidados Coronarios tampoco hay aire acondicionado, parece “un horno panadero”, dicen.
Acoso laboral
Los colchones de la sala de descanso de las enfermeras y médicos del ambulatorio Bruzual en el municipio José Cornelio Muñoz se encuentran deteriorados, desgastados y con ácaros, lo cual viola la cláusula 11 de la Acta Convenio de fecha 17 de octubre de 2017, que contempla el derecho a cuatro horas de descanso en la jornada nocturna para el personal. A causa de este problema, las enfermeras de este centro de salud presentan erupción a nivel del cuello y la cara.
“En paupérrimas condiciones de trabajo y medio ambiente laboral (sin colchones, aire acondicionado, iluminación, agua potable, baños y pare de contar). Rechazamos la ausencia de la coordinadora de Enfermería del ambulatorio Bruzual y el cargo es usurpado por una subcoordinadora, cuyo cargo no existe”, dijo Barrios.
En este recinto de salud también la organización gremial denuncia amenazas permanentes, continuadas y recurrentes al personal de enfermería de ser denunciados ante la Fiscalía del Ministerio Público (MP).
“Solicitamos la renuncia inmediata de la coordinadora médico y coordinadora de Enfermería de ese centro de salud, por tales arbitrariedades. Los trabajadores se respetan. Ya basta de la improvisación en el sector salud en Apure”, expresaron en un comunicado difundido por Sintrasalud-Apure en las redes sociales.
La misma realidad en otros municipios
Las alcantarillas en el área de lavandería del Hospital José Antonio Páez en Guasdualito colapsan y los portones no sirven. “Metieron las lavadoras en un cuartico y se rebosa el agua, es un desastre y atenta contra la salud de los trabajadores de este servicio hospitalario. Mientras que en el área de emergencia del Hospital Lorenza Castillo en el municipio Pedro Camejo, no hay insumos, los familiares deben trasladarse a las farmacias y corren el riesgo de que los pacientes mueran”.
El Módulo de Barrio Adentro en Achaguas está abandonado y tiene el techo dañado. También en este mismo municipio, los trabajadores del Centro de Diagnóstico Integral (CDI) Calylo Gracia García, obtienen agua de un pozo y las depuran por filtros de arena.