Bajo la premisa de que es un diplomático y enviado especial de Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro insiste en que Estados Unidos debe liberar inmediatamente al empresario Álex Saab, preso desde 2020 y acusado por ser presuntamente el testaferro del mandatario venezolano.
Por eltiempo.com
Esta vez, Caracas reiteró que Saab debe volver así sea “a través de un canje humanitario” o una “victoria jurídica”, según dijo el canciller Yván Gil, en entrevista a un medio local.
La idea del “canje humanitario” ya ha sido planteada por su esposa Camila Fabri de Saab, la defensa y los integrantes del movimiento ‘Free Álex Saab’, quienes en marzo argumentaron que el ciudadano – también con nacionalidad colombiana- se enfrenta a problemas de salud debido a patologías oncológicas.
En Venezuela hay al menos cuatro presos estadounidenses, entre ellos, el abogado salvadoreño-estadounidense Eyvin Hernández, detenido en la frontera entre Colombia y Venezuela en marzo de 2022.
Hernández envió una carta y video al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, pero funcionarios de ese país alegaron que, por ahora, no estaba en discusión el intercambio.
El canciller Gil dijo que Venezuela estaba “dando la pelea”, por lo que más temprano que tarde “Álex Saab va a retornar (…) sea a través de canje humanitario, a través de una victoria jurídica o sea a través del reconocimiento del derecho internacional, pero la misión del gobierno es que Saab retorne sano y salvo”.
Estados Unidos ha dicho que de considerar algún canje primero debe concluir el juicio de Saab; sin embargo, aún no se ha definido una fecha.
Asimismo, Washington aclara que se deben garantizar otras condiciones, como las elecciones libres, antes de entablar negociaciones como el intercambio de presos.
Saab, de 51 años, está detenido en Miami desde octubre de 2021 cuando fue extraditado desde Cabo Verde, y está acusado de un cargo de lavado de dinero que conlleva a unos 20 años de cárcel si es hallado culpable.
En diciembre pasado, un juez federal en Miami negó la petición de la defensa de Saab para desestimar el caso bajo los argumentos de que gozaba de “inmunidad diplomática”, una decisión que su defensa apeló.
Por su parte, Venezuela insiste en que se trata de “un secuestro” y que el papel de Saab fue buscar las vías para que llegaran alimentos al país a pesar de las sanciones impuestas por EE. UU.