Cuando el príncipe Harry y su esposa, Meghan, se mudaron de Gran Bretaña a Estados Unidos en 2020, él lo describió como un acto de supervivencia contra la implacable intrusión de la prensa británica.
Por Clarin
El martes, tras un caótico encuentro con los fotógrafos en Nueva York, Harry descubrió que la mirada de los medios puede ser igual de intensa en su hogar adoptivo.
Mientras se siguen filtrando detalles sobre lo que les ocurrió exactamente a Harry, Meghan y su madre, Doria Ragland, mientras los fotógrafos les perseguían por el centro de Manhattan, el episodio puso de relieve una paradoja básica en la vida de esta pareja de famosos:
Abogan por la privacidad, pero también buscan publicidad, con un documental de Netflix, un libro de memorias de Harry y apariciones públicas que inevitablemente atraerán a las cámaras.
El frenesí en Nueva York es un recordatorio de los agravios que Harry ha mantenido durante décadas contra la prensa británica, que sigue siendo el principal mercado para las fotos de paparazzi de él y Meghan.
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