Aunque fueron miles de millones de dólares los que se invirtieron para construir una planta de etanol en el estado Monagas, para esta ambiciosa obra apenas se ejecutó el movimiento de tierra en un inmenso terreno de unas 10.000 hectáreas, ubicado en el municipio Santa Bárbara al oeste de la entidad.
Por Jefferson Civira / Corresponsalía lapatilla.1eye.us
Fue en el año 2008 cuando el régimen de Hugo Chávez prometía la construcción de esta planta, cuyo fin era la expansión agrícola, principalmente la siembra de caña de azúcar. Se trata de una de las 15 unidades básicas operativas de etanol que estarían ubicadas en nueve estados del país.
De acuerdo a datos de archivo de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), se entiende como etanol, el subproducto de la caña que es utilizado como un alcohol combustible para oxigenar la gasolina. Para el año 2006, el régimen chavista importaba etanol desde Brasil, país que lleva muchos años utilizando este aditivo para los motores.
Para ese entonces, la empresa Pdvsa había financiado un estudio de factibilidad para sembrar 276.000 hectáreas de caña de azúcar, de las cuales después de la molienda y producción de azúcares, se obtiene sacarosa o melaza, que a través de un proceso de fermentación industrial, culmina en un alcohol llamado etanol que sirve de aditivo para darle octanaje a las gasolinas.
En esa época, el vicepresidente de Refinación de la estatal petrolera, Alejandro Granado, aseguraba que de la siembra de caña se producirían 25.000 barriles diarios de etanol, los que necesita la industria petrolera para procesar e incorporar (solo 10%) a la mezcla de las gasolinas que produce en sus refinerías.
Según el funcionario chavista, la intención era sustituir con ese derivado de la caña de azúcar, el tetraetilo de plomo que se utilizaba para aumentar el octanaje de la gasolina, con lo cual se contribuiría a mejorar el medio ambiente.
Proyectos fantasmas
Una providencia administrativa señala, además, en el artículo 2 que “estas unidades básicas operativas de etanol estarán en capacidad de resolver administrativamente las situaciones particulares que se presenten en la ejecución del proyecto, como lo son: adquisición de material de consumo; pago de viáticos, mantenimiento básico preventivo de maquinarias y equipos; pago de gastos de combustibles; compra de herramientas menores; pago de servicios públicos, entre otros temas”.
El proyecto para la construcción de la planta de etanol en Santa Bárbara, data del año 2006 cuando se realizaron todos los estudios de factibilidad. Dos años más tarde, se aprobó la obra por un monto de 250.000 millones de bolívares que se pagaron a varias empresas que participaron en el movimiento de tierra y luego en 2009 debía comenzar la edificación.
Sin embargo, el monto inicial ascendió luego a 450.000 millones de bolívares, dinero que se desconoce en qué se usó, ya que apenas se logró asfaltar entre dos y tres hectáreas, quedando el resto sin siquiera haberse puesto el primer bloque, reveló el dirigente de Voluntad Popular, José Jacinto Muñoz.
El exalcalde de esta jurisdicción, Ángel Luis Pérez (2000-2008), contó a lapatilla.1eye.us que del proyecto para la planta de etanol, solo quedaron varios contenedores con herramientas y materiales de construcción, y la obra quedó abandonada hasta la actualidad. Precisó que años después, lo que quedó en esos contenedores fue sustraído en camiones y se desconoce su paradero.
El exfuncionario señaló que para este proyecto se involucró a Pdvsa Agrícola, ya que una parte de los terrenos donde se hicieron los movimientos de tierra, estaba bajo la protección de esta empresa, y al necesitarse estas tierras para la construcción de la planta, la estatal debía cedérselos. Aclaró que desconoce cuál fue el tipo de participación o acuerdo con Pdvsa, porque fue en febrero de 2009 cuando se inició la obra.
Afirmó que no existe registro alguno de esta y otras tres obras, ya que al solicitar en la alcaldía el proyecto de alguna de estas, no existe nada al respecto. Detalló que las otras construcciones eran una empresa avícola, que apenas estuvo dos años de funcionamiento, ya que su producción era muy baja.
Asimismo, una planta procesadora de alimentos para animales y una planta papelonera, cuya capacidad operativa era de hasta 180 toneladas de caña por día, pero apenas producía entre 30 y 35 toneladas diarias.
Recursos que se perdieron
Una fuente, que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias, desveló los montos aprobados para la construcción de otras obras, como la planta avícola que se inició en 2003 donde fueron aprobados 1.700 millones de bolívares, mucho antes de la primera reconversión monetaria.
No obstante, para la papelonera, cuya edificación comenzó en 2005, fueron aprobados 4.500 millones de bolívares. Aunque sí fue inaugurada, hubo problemas con el molino para procesar la caña de azúcar, ya que era para un proyecto artesanal. A pesar de que intentaron llevarlo a semi-industrial para aumentar la capacidad de producción, todo quedó en el camino.
El informante declaró que el inmueble de la papelonera fue cedido como oficinas a los cubanos que estaban a cargo de la planta de etanol en el año 2009. La otra planta que se construyó fue una procesadora de animales por un monto de 2.800 millones de bolívares, quedando solo a 87% de su construcción. Sin embargo esta y las demás edificaciones fueron destruidas, quedando solo ruinas en la actualidad.
Enfatizó la inexistencia de documentos al no quedar expediente de ninguna de estas empresas en la dirección de Ingeniería y Desarrollo Urbano. Tampoco existe registro de las empresas contratistas que participaron en las obras.
“Anteriormente alguien iba a alguna de estas oficinas y pedía un expediente de alguna obra y lo conseguía, pero ahora ya eso no es posible, porque hasta el llamado archivo muerto desapareció. Creo que la finalidad de acabar con esos papeles, era porque hubo intención de acabar con la historia, no hay rastro de nada”.
Ruinas y monte
Para el secretario de organización del partido Un Nuevo Tiempo (UNT)en Santa Bárbara, José Manuel Gómez, la construcción de la planta de etanol iba a ser una obra emblemática en el municipio, que sería ejecutada por el Ejecutivo Nacional y cuya intención era expandir la economía y el sector agrícola en la municipalidad. Manifestó que los tanques y contenedores que quedaron en las tres hectáreas que fueron asfaltadas, desaparecieron hace dos años.
“A los habitantes del municipio nos causó mucha suspicacia que fue en las noches cuando entraban gandolas y sacaban esos tanques, nunca que se hizo de día. No sabemos a dónde fueron a parar ni qué función iba a tener todo lo que sustrajeron. Lo que quedó fue un vacío, y esos terrenos fueron tomados por personas del municipio y otras ajenas para la cría de ganado”, dijo el dirigente de UNT.
Para ese entonces cuando se inició el movimiento de tierras para la planta de etanol, había aproximadamente 300 trabajadores entre directos e indirectos por las contratistas, que empleaban hasta 40 personas entre obreros, choferes y personal administrativo.
Se estimaba que cuando iniciara operaciones esta empresa, se emplearían 500 personas de manera directa, mientras que el personal indirecto laboraría en la siembra y recolección de la caña de azúcar en varias fincas.
Sostiene que siempre le causó sorpresa que hubiesen sido los cubanos los que estaban al frente de una planta de gran envergadura. Cuestionaba por qué personal de esta nacionalidad estaba dirigiendo la obra, y no profesionales venezolanos con mayor capacidad, por lo que a su juicio había un trasfondo ideológico que traía esta construcción. Afirma que muchos de estos cubanos desertaron y ya no están en el país, sino que se fueron a Miami.
Se refirió al caso de la planta avícola que calificó como un “rotundo fracaso”, que era dirigida por una cooperativa que, según Gómez, aunque pudo tener las mejores intenciones, no tuvo el incentivo, y lo único que tenía era un trasfondo de demagogia política, pese a que Chávez insistía en que tenía un papel de desarrollo para el país, pero como en muchos casos, todo lo que se construyó bajo el criterio de cooperativa no tuvo éxito.
“Aquí íbamos a tener una Zona Industrial de Desarrollo en el municipio, no solo con esas empresas, sino con una planta de vidrio que iba a ser construida por brasileros, y otra de reciclaje. Esta última se llamaba Recuperadora de Material Petrolero C.A., que además estaba en otros estados del oriente. Pero lo que hicieron últimamente fue saquearlo con el boom del hierro para vendérselo a los chinos y acabaron con las estructuras ferrosas del país”, aseguró Gómez.
Aunque el régimen de Nicolás Maduro vocifera estar luchando contra la corrupción, se evidencia que este fenómeno de descomposición data de muchos años, en los que ni siquiera han quedado rastros de documentos que evidencien que se llevaron a cabo estas obras donde se invirtieron miles de millones de bolívares. Apenas quedaron unos escasos archivos de prensa en las que solo se anuncian la ejecución de estos proyectos.