El Parlamento de Portugal tiene previsto aprobar este viernes la despenalización de la eutanasia, superando el veto que interpuso el presidente luso, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, quien se verá obligado a promulgar la ley tras cuatro intentos de frenarla.
La Cámara lusa ya ha aprobado en cuatro ocasiones una ley que despenaliza la muerte médicamente asistida, pero en todas ellas se topó después con el veto de Rebelo de Sousa, católico practicante, y no llegó a entrar en vigor.
Esta vez, el Partido Socialista -con mayoría absoluta-, Iniciativa Liberal y el Bloque de Izquierda han anunciado que volverán a aprobar, sin cambios, la última versión de la ley, por lo que el presidente estará obligado a promulgarla, como establece la Constitución.
“La Constitución dice que con una mayoría muy sólida se puede confirmar la norma y el presidente tiene que promulgarla. Como es una norma aprobada con casi 130 votos, y bastan 116, naturalmente que la opinión del Parlamento es más fuerte que la opinión del presidente”, afirmó a EFE la diputada socialista Isabel Moreira.
Cuando la votación se haga efectiva, la despenalización de la eutanasia podrá salir adelante en Portugal tras cinco años de debates y tramitaciones en la Cámara.
CUATRO VETOS
Cuatro versiones diferentes de la norma han sido frenadas en los últimos años por el jefe del Estado.
Rebelo de Sousa recurrió en dos ocasiones al Tribunal Constitucional y los jueces la tumbaron, mientras que otras dos veces el presidente utilizó directamente su poder de veto.
Aunque hasta ahora los legisladores optaron por reformular el texto, ahora consideran que es momento de avanzar y dar el debate por cerrado.
“Esta vez el veto fue político. El presidente decidió no enviarlo al Constitucional porque debe haber entendido que no había ningún problema de constitucionalidad”, justificó Moreira.
La diputada socialista recordó que, a pesar de apuntar ciertas objeciones, el Tribunal dijo sucesivamente que la ley “no viola el derecho a la vida y que no hay un deber de vivir”.
Y la ley que va a ser aprobada, aseguró, es “muy garantista”.
“No existe ningún país que haya discutido durante tantos años tantas garantías, tantos pormenores, tantos procedimientos como Portugal”, insistió.
El presidente ya ha asumido que tras a aprobación de la ley en el Parlamento tendrá que promulgarla.
“La Asamblea de la República tiene ese poder”, dijo a periodistas hace tres semanas, y confirmó que no volverá a recurrir a los jueces porque ya no hay problemas de constitucionalidad.
¿QUÉ DICE LA LEY?
La norma define la muerte médicamente asistida como la que “ocurre por decisión propia” y es aplicable en casos de personas mayores de edad con un “sufrimiento de gran intensidad, con lesión definitiva de gravedad extrema o enfermedad grave e incurable” y cuando es “practicada o ayudada por un profesional de la salud”.
Da preferencia al suicidio asistido antes que la eutanasia, que sólo podrá realizarse cuando el enfermo sea incapaz físicamente de hacerlo por sí mismo.
La ley limita el procedimiento a ciudadanos portugueses o con residencia en el país.
Una vez sea aprobada en el Parlamento, el presidente tendrá ocho días para promulgarla y entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario de la República.
EFE