El número de desplazados internos en Sudán se ha duplicado en la última semana y ha pasado a ser de 700.000, dijo hoy la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Hace siete días, la organización tenía constancia de 340.000 desplazamientos forzosos, pero la continuación de los combates -a pesar de treguas que se han violado constantemente- ha empujado a cientos de miles de personas más a escapar a otras áreas del país.
En los combates han muerto hasta ahora 604 personas y 5.127 han sido heridas, según las últimas cifras comunicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que se basan en las informaciones que aportan los hospitales y otros establecimientos sanitarios de menor talla.
Dos facciones militares que perpetraron juntas un golpe de Estado en 2021 se disputan ahora el poder y mantienen enfrentamientos armados en varios puntos de Sudán, principalmente en la capital, Jartum, y en la región de Darfur, en el suroeste de país y que tiene frontera con Chad, República Centroafricana y Sudán del Sur.
El portavoz de la OIM, Paul Dillon, dijo que la mayoría de desplazados internos han sido acogidos por familiares, pero cuando esto no ha sido posible se resguardan de los combates en edificios públicos.
Otros desplazados han optado por escapar a distintos estados dentro de Sudán, pero además de la inseguridad enfrentan problemas adicionales, como la escasez de medios de transporte, de combustible y de dinero, puesto que el sistema bancario está interrumpido.
Por su parte, la ONU dijo que todavía no ha podido confirmar la amplitud del saqueo de las oficinas en Jartum del Programa Mundial de Alimentos, su principal brazo humanitario, luego del robo sufrido por sus camiones que transportaban ayuda en días pasados.
Se desconoce quienes han sido los autores del último saqueo de suministros que debían aportar alivio a la población de Sudán.
EFE