En un trabajo recientemente publicado por el Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT), los investigadores alertan a los coleccionistas, comerciantes y cazadores de meteoritos: no utilicen imanes para probar la autenticidad de los hallazgos.
Por Gizmodo
¿La razón? La respuesta corta es que así se puede destruir información valiosa, por ejemplo, la memoria magnética del espécimen o la propia naturaleza del sistema solar, casi nada.
Por si te lo estás preguntando, los imanes de mano se utilizan porque los meteoritos suelen ser ricos en hierro. Cuentan en el estudio que, como los meteoritos están compuestos de níquel y hierro, cualquier imán ordinario se ha convertido en la forma más sencilla de averiguar o probar el hallazgo. Si al tocar el imán se pega, es positivo.
Los científicos del MIT analizaron un famoso meteorito llamado Northwest Africa (NWA) 7034 o Black Beauty, que se encontró en 2011 en el desierto del Sahara. A lo largo de los años se han encontrado fragmentos del mismo, de hecho, se estima que tiene 4.400 millones de años, lo que lo hace muy interesante porque se remonta a una época en que Marte tenía agua y un campo magnético.
Ocurre que en el estudio encontraron que la mayor parte de estos fragmentos hallados se habían vuelto a magnetizar en la Tierra y se había borrado su antiguo campo magnético marciano. Dicho de otra forma: además de “destruir” información valiosa, confundió a los investigadores con datos falsos o engañosos.
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