Los tres municipios de la Península de Paraguaná en el estado Falcón, sufren ante la falta del suministro de agua por tuberías, que supera los 40 días.
Corresponsalía lapatilla.1eye.us
En la población de Bella Vista, municipio Carirubana, protagonizaron una protesta la mañana de este 26 de abril ante la falta de agua, que ya supera los 52 días. Los habitantes del sector trancaron la avenida principal de la comunidad para exigir el suministro de agua potable.
“Nosotros no somos camellos, estamos cansados de esperar el agua. Ya son 52 días y aún no llega. No tenemos agua para hacer nada y tampoco tenemos plata para comprarle a los camiones cisternas“, dijo Elvia Guanipa, habitante de la localidad.
Aseguró que, aunque Hidrofalcón hace unos cronogramas, estos no se cumplen. Cuando finalmente llega el agua, se va la luz. “Cuando dicen que viene el agua, nadie duerme esperando la gota para uno llenar sus corotos y hacer sus oficios, pero también se va la luz y uno termina trasnochado y sin agua“, dijo la mujer.
En Punta Cardón también tenían casi 50 días sin agua y luego de una protesta que hicieron este lunes, distribuyeron el agua por tuberías durante tres días.
“Uno no tiene cómo pagar una cisterna que te cobra 10 dólares por mil litros de agua. Tampoco uno tiene edad para andar caminando por las calles a buscar agua en las tomas clandestinas de las tuberías que surten a Pdvsa. El agua es un derecho humano y debería ser frecuente. En Paraguaná es un lujo tener agua”, dijo María Pimentel habitante de la localidad.
En la Península de Paraguaná el suministro de agua por tuberías nunca ha sido eficiente, pero en 2022 mejoró el ciclo en muchos sectores, es decir, suministraban cada 15 o 20 días. Esta leve mejoría, se esfumó. Ahora el suministro está tardando hasta 70 días, aunque todavía existen comunidades en el municipio Falcón que tienen años sin el servicio de agua potable.
El agua por tuberías es un clamor de los paraguaneros que ven cómo lo convierten en un negocio a través del llenadero Alí Primera, ubicado en Punto Fijo, donde se abastecen los camiones cisternas que luego venden a las comunidades mil litros de agua por 10 dólares.
“En el llenadero siempre hay agua para llenar los cisternas, igual que en las tuberías de Pdvsa siempre hay agua para la industria, pero en las comunidades somos los últimos que nos llega, para que uno la compre a los cisternas. Ya no hallamos qué hacer, todo es un negocio“, denunció Ibrahim Amaya, habitante de Punto Fijo.