La justicia francesa condenó este viernes en ausencia a cadena perpetua a Hassan Diab, un líbano-canadiense de 69 años, por el atentado contra una sinagoga en París, que dejó cuatro muertos y casi cincuenta heridos en 1980.
¿El acusado es culpable? “Sí”, respondió el tribunal, que condenó en ausencia a este exprofesor universitario y emitió una orden de detención en su contra, cerrando uno de los casos más antiguos del contraterrorismo francés.
Diab era el único acusado del atentado bomba perpetrado en la calle Copernic de París el 3 de octubre de 1980, el primer ataque mortal contra la comunidad judía desde la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial.
El atentado se atribuyó al Frente Popular para la Liberación de Palestina-Operaciones Especiales, grupo disidente del FPLP y, en 1999, los servicios secretos apuntaron a Diab.
La justicia sospechaba que este exprofesor de Sociología fabricó y depositó el artefacto explosivo en el maletero de una moto que supuestamente abandonó cerca de la sinagoga.
Durante el juicio, su abogado, William Bourdon, defendió que su cliente estaba en Beirut cuando tuvo lugar el atentado y criticó el deseo de la acusación particular de tener “un culpable a cualquier precio”.
La principal prueba para la acusación era un pasaporte incautado en 1981 en Roma a nombre de Hassan Diab, con los sellos de entrada y salida de España, por donde habría pasado el comando.
La policía canadiense lo detuvo el 13 de noviembre de 2008 y fue extraditado a Francia el 15 de noviembre de 2014. En enero de 2018, regresó a Canadá tras un primer sobreseimiento del caso.
Tras reabrir el caso, la justicia podría haber reclamado de nuevo su extradición, pero esto habría retrasado el juicio, que según el fiscal Benjamin Chambre, debía “celebrarse”.
AFP