El 17 de marzo de 2023, el chavismo inició supuestamente una nueva “cruzada contra la corrupción”, debido a hechos ilícitos ocurridos en la principal industria del país: Pdvsa.
Walter Obregón // Corresponsalía lapatilla.1eye.us
Horas después, el régimen de Nicolás Maduro informó las primeras detenciones de los implicados en la “trama de corrupción”, donde figuran jueces, diputados, testaferros y una red de prostitución, que cobraron altas sumas de dinero en dólares y condujeron a la estatal petrolera a un abismo.
La Policía Anticorrupción, un cuerpo de investigación que recibe órdenes exclusivas del despacho de Maduro, es la encargada de proceder en contra de los involucrados. En su primer informe de detenidos, el fiscal Tarek William Saab señaló que desde 2017 el Ministerio Público ha investigado 27 “tramas de corrupción” en Pdvsa, con un saldo de más de 200 detenidos, entre estos, altos gerentes de la industria.
El monto del nuevo desfalco en Pdvsa, según el régimen madurista, es de 21.000 millones de dólares. lapatilla.1eye.us consultó al economista, profesor universitario y experto petrolero, José Toro Hardy, para conocer más a profundidad sobre las acciones de los presuntos corruptos detenidos en la ya tambaleante industria petrolera venezolana.
¿Cómo ve usted lo ocurrido en Pdvsa con la denominada trama de corrupción?
– Pdvsa antes estaba sometida a controles exhaustivos en todos los niveles. Por ejemplo, a la hora de embarcar un tanquero, se medía la cantidad de petróleo que salía desde los depósitos. Aparte se medía la cantidad de petróleo que entraba al tanquero, y empresas independientes hacían una auditoría de las dos cifras, y la máxima variación permitida era un 0,2%. Si la diferencia era mayor, inmediatamente se abría una investigación.
Adicionalmente, cuando se embarcaba un tanquero, ya tenía que estar abierta una carta de crédito para garantizar el pago del cargamento y, adicionalmente, toda la operación en Pdvsa estaba debidamente auditada interna y externamente por el Banco Central de Venezuela, que recibía los dólares provenientes del pago de las ventas de petróleo, por la Comisión de Energía y Minas de la Cámara del Senado (antiguo Congreso Nacional eliminado por Hugo Chávez), por la Comisión de Energía y Minas de la Cámara de Diputados, desde luego por la Contraloría General de la República, y también por Securities and Exchange Commission de Estados Unidos (Sec), porque aunque nosotros no vendíamos acciones en la bolsa, sí vendíamos bonos, lo cual generaba que estuviésemos auditados.
Ese conjunto de controles rigurosos no permitían que situaciones como esta (trama de corrupción) ocurriesen. Pero ahora todos esos controles han desaparecido.
Se habla de 21.000 millones de dólares, ¿será que el monto o desfalco ha sido mucho más? ¿A cuánto pudiera ascender?
– Es difícil saberlo, porque desde hace varios años Pdvsa ni siquiera comunica sus informes anuales. De tal manera que es muy difícil saber lo que allí adentro está pasando, cuando no hay controles de ninguna naturaleza.
En este período, que es el que están investigando, se habla de 21.000 millones de dólares, de los cuales 3.200 millones se dan por perdidos, pero la diferencia, muy probablemente, tampoco sea recuperable.
El monto puede superar esa cantidad, pero no lo sabemos porque no hay ninguna transparencia en los informes de Pdvsa ni tampoco en los del Banco Central de Venezuela.
Creo que están investigando nada más que un período, que es el que corresponde al último ministro (Tareck El Aissami), y es donde se habla de ese monto, pero las cantidades pudieran ser mucho mayores que esa.
¿Cómo pudo darse el desfalco? ¿Con negociaciones en criptomendas? ¿Venta de petróleo en altamar para evadir las sanciones impuestas por EEUU en 2019?
– Ciertamente, con la intención de evadir las sanciones de los Estados Unidos se venía vendiendo petróleo a través de intermediarios y tanqueros piratas, por llamarlos de alguna manera, que apagaban los “transponders” (sistema automático de identificación) para que no se viese el curso que le daban, y hacían traspases de petróleo en altamar, donde las cláusulas de ventas no tienen una base de destino final como lo tenían antes, porque el petróleo que se vendía solamente podía llegar a los puertos establecidos en el contrato, y allí también se auditaba la cantidad de petróleo que llegaba.
Como todo eso ha desaparecido, hoy en día no hay ningún control, se despachan los tanqueros sin que exista una carta de crédito. Al mismo tiempo, los pagos se realizan en criptomonedas a nombre de otras personas, y ese conjunto de circunstancias, ese desorden administrativo tremendo, inevitablemente conduce a situaciones como las que estamos viendo.
¿Qué países pudieran estar involucrados en estos negocios turbios?
– Aparentemente, el destino final de esos cargamentos de petróleo, que en muchos casos fueron revendidos en altamar, pareciera que está en Asia. En muchos casos, los cargamentos fueron a parar a China, y en otros a la India, fundamentalmente estos dos países, pero el pago como es en criptomoneda puede llevar otros rumbos, no hay manera de saber el destino exacto.
¿Dónde presume usted que pueda estar ese dinero?
– En muchos sitios, porque una vez que los pagos se realizan por criptomonedas, uno puede seguir el trazo por donde se fue el dinero, pero no puede saber a nombre de quién llega.
¿Cómo queda financieramente Pdvsa luego de esta trama de corrupción?
– Queda muy mal, porque la empresa en primer lugar está severamente endeudada. No solo por casos como este o por deudas legítimas que ha contraído, sino también porque hay numerosos arbitrajes internacionales que ha perdido. Recordemos que después que se modifica la Ley de Hidrocarburos, durante el gobierno de Hugo Chávez, se llama a las empresas petroleras y se les dice que hay nuevas condiciones para los contratos que ellos habían suscrito cuando la apertura petrolera, y se les menciona dos alternativas: aceptan las nuevas condiciones, o de lo contrario, se van del país”.
Muchos lo aceptaron, porque en ese momento los precios del petróleo eran muy altos, pero otras no, como es el caso de Conoco Phillips, Exxon Mobil y muchas otras. Estas otras fueron a arbitrajes internacionales y sistemáticamente ganaron, de manera que eso ha generado pasivos inmensos en contra de Pdvsa y la república, que no se han honrado.
Eso pone en riesgo la propiedad de Citgo, que es el principal activo de Venezuela en el exterior, y que está bajo una medida de protección del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
¿Es posible volver a la solvencia económica de Pdvsa?
– Yo creo que, en primer lugar, es posible recuperar la industria petrolera. Es posible recuperar a Pdvsa, pero ya no la misma de antes. Esta sería mucho más pequeña, con funciones diferentes, que le permitan seguir existiendo.
Recuperar la industria petrolera requiere de inversiones altísimas, que como el Estado no está en condiciones de hacerlo, tendrán que ser realizadas por el sector privado, si es que queremos realmente recuperarla.
¿Qué le diría usted a los venezolanos que ven esta situación como un duro golpe a la economía del país?
– Que de esto tenemos que haber aprovechado para aprender una inmensa lección, para que en el futuro estas tragedias no vuelvan a repetirse.