Un padre de 41 años dejó ciego a su bebé de cuatro meses porque no paraba de llorar y no le dejaba dormir. Entre las secuelas que padece figuran ceguera en el ojo derecho y una pérdida de visión elevada en el izquierdo, junto con un retraso psicomotor y madurativo, informa Antena3 Noticias. El pequeño tiene en este momento más de un año de edad y recibe tratamiento, pero los médicos no saben cómo reaccionará en un futuro, ya que podría sufrir alteraciones del habla y del comportamiento o algún retraso mental.
Por larazon.es
Según informó “El Heraldo de Aragón”, la agresión tuvo lugar en mayo de 2022 en Zaragoza y el hombre -identificado como Gabriel C.B.- ha negado los hechos ante el juzgado un año más tarde. Cuatro días antes del ataque a su hijo, empezó a trabajar como repartidor de pan y se levantaba antes de las cinco de la mañana. En aquel entonces, vivía con su pareja y el hijo de 9 años de esta. Hacían turnos con la abuela materna, la mujer y el padre para cuidar de los niños.
La noche del 20 de mayo de 2022, el padre se encontraba a cargo del bebé cuando empezó a llorar. Sobre las dos de la madrugada, el hombre envió varios mensajes a su pareja quejándose y afirmando que no sabía qué hacer porque él tenia que descansar. La mujer le dio varios consejos: que lo balancease y le diera biberón, que lo pusiera en el cochecito y tuviera paciencia… Pero según consta en la conversación telefónica, él respondió que no podía hacer esas cosas ya que tenía que descansar para irse a trabajar.
Sobre las 4:30 horas, Gabriel envió un mensaje a la madre diciendo que estaba de camino al trabajo. También aseguró que se “había dormido cinco minutos antes” de que llegara la abuela. Esta última iba a declarar a la Policía y el juez, posteriormente, que cuando vio al bebé sobre la hamaca notó que estaba “asustado” y con la mirada “perdida hacia atrás” y apoyado en una toalla empapada de agua. La abuela, sospechando de que el padre hubiera hecho algo al hijo, preguntó al niño de 9 años si había visto algo. Este le contestó que solo escuchó un grito de Gabriel diciéndole al bebé: “Ya, cállate”.
Graves secuelas
Una vez en el hospital, se confirmó que el bebé sufría graves lesiones provocadas por lo que se conoce como “síndrome del lactante zarandeado”, ahora llamado “traumatismo craneal por maltrato”. El niño tenía además equimosis en ambas mejillas en el pabellón auricular, una lesión en la parte cervical. Internamente, detectaron hematomas subdurales, retinopatía hemorrágica bilateral severa y encefalopatía aguda con crisis epilépticas. A su vez, se le reconoce un 81% de discapacidad y un grado de dependencia II o severa.
El hombre reconoció ese mismo día que propició una bofetada en la cara al menor, además de haberle sujetado uno de sus brazos y zarandearle con fuerza. La juez le tomó declaración y lo dejó en libertad con la prohibición de no acercarse al niño. El hombre fue citado este martes ante el juez y negó los hechos relatados en el auto. Se acogió a su derecho a no declarar. El acusado puede enfrentarse a penas de 6 a 12 años de cárcel por causar las lesiones citadas al bebé.