Petone Beach no es la playa más bonita de Wellington, la capital de Nueva Zelanda. Tampoco la más larga. Ni la más limpia. Ni siquiera es famosa por el surf. Su único punto fuerte son los silenciosos paseos al atardecer sobre una pasarela que entra al mar, algo que sólo suelen disfrutar los vecinos porque los turistas prefieren otras arenas más atractivas para la óptica del móvil. Petone Beach, en general, era una playa muy aburrida en la que nunca pasaba nada. Hasta que hace unos días apareció allí una zapatilla de deporte con un pie humano podrido dentro.
Por: El Mundo
En Wellington no se habla de otra cosa. Los lugareños que paseaban todas las tardes por esa playa están espantados. Y la policía pérdida. Los agentes no tienen ni idea de dónde ha salido ese pie. Todavía hay barcos de la patrulla costera dando vueltas en las aguas próxima por si avistan el resto del cuerpo, o al menos más partes mutiladas del mismo.
Hay quien dice que el pie seguramente pertenecía a una mujer que practicaba kayak en la zona y que desapareció en el mar hace unos meses. Otros piensan que puede ser de algún cadáver arrojado al agua y destrozado por los depredadores marinos, que siempre prefieren las partes más blandas del cuerpo humano.
A falta de respuestas, la imaginación colectiva, que ahora se desahoga a gusto en redes sociales, siempre encuentra las mejores teorías. Eso lo saben bien los vecinos australianos, que hace unos meses tuvieron que tirar de esa imaginación para tratar de desvelar qué había detrás de otro pie amputado que apareció en una de sus playas.
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