El director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, viajó el miércoles a Rusia para mantener conversaciones con el objetivo de proteger la central nuclear ucraniana de Zaporiyia.
Grossi visitó la semana pasada esta central en el sur de Ucrania controlada por las fuerzas rusas y pidió medidas de emergencia para evitar una catástrofe nuclear.
“Me reuní con altos funcionarios de varias agencias rusas (…) Continúo mis esfuerzos para proteger la central nuclear de Zaporiyia”, dijo el jefe del OIEA el miércoles durante una visita a Kaliningrado, enclave ruso en el mar Báltico, entre Polonia y Lituania.
“Mi reciente visita a (Zaporiyia) confirmó la urgente necesidad de alcanzar este objetivo esencial, que es interés de todos”, añadió en Twitter.
Por su parte, el gigante nuclear ruso Rosatom subrayó que su director general, Alexei Likhachev, había detallado a Grossi “las medidas adoptadas por las autoridades rusas para garantizar la seguridad de las operaciones” en la central.
Rusia está “dispuesta a seguir trabajando en la aplicación” de las propuestas de Grossi, añadió Rosatom.
Esta central, la mayor de Europa, ha sufrido varios ataques en los últimos meses, avivando el temor a una catástrofe nuclear.
Tras meses de conversaciones infructuosas, la idea de una zona desmilitarizada alrededor de la central ya no parece estar sobre la mesa. Durante su última visita a Zaporiyia, Grossi dijo que quería encontrar medidas “realistas”.
Pidió que no se almacenaran allí armas ni equipos militares pesados y expresó su preocupación por el aumento de la actividad militar en la zona, que se encuentra en el centro de la ofensiva rusa contra Ucrania.
AFP