El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, principal aliado del Kremlin en la campaña militar rusa en Ucrania, promulgó este jueves una ley que castiga con la pena de muerte la alta traición en el caso de los funcionarios del Estado.
El objetivo de la ley es enmendar el código penal para “endurecer” la persecución de los crímenes extremistas, terroristas y antigubernamentales, informó el servicio de prensa presidencial en su canal de Telegram.
La enmienda permite aplicar la pena capital a los funcionarios de todos los niveles de la administración pública de la antigua república soviética,
Según sus autores, la ley es una “medida preventiva”, que se adopta justo cuando Bielorrusia ha profundizado su integración con Rusia en el marco de la Unión Estatal.
Bielorrusia es el único país de Europa que aún aplica la pena de muerte, por lo que nunca ha sido miembro del Consejo de Europa, de donde el pasado año fue expulsada Rusia.
Recientemente un tribunal de Minsk condenó en ausencia a la líder opositora bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, a 15 años de cárcel por conspirar para tomar el poder por medios anticonstitucionales.
Por el mismo delito, el exministro de Cultura Pavel Latushko fue sentenciado a 18 años y en otro caso la Justicia bielorrusa condenó al premio Nobel de la Paz, el defensor de los derechos humanos Alés Bialiatski, a diez años de prisión.
EFE