La secretaria de Estado (viceministra) de Transportes, Isabel Pardo de Vera, y el presidente de Ferrocarriles Españoles (Renfe), Isaías Taboas, dimitieron este lunes tras la polémica sobre unos trenes diseñados en un tamaño mayor que el de los túneles que deben atravesar, informaron fuentes ministeriales.
La dimisión se conoció poco antes de que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se reúna, hoy mismo, con los presidentes de las regiones norteñas de Asturias y Cantabria para explicarles cómo se produjeron los errores en las medidas, un problema que provocará una demora de fabricación de dos años.
A principios de febrero trascendió que la producción de 31 trenes de ancho métrico adjudicados por Renfe a la empresa CAF en 2020 se iba a retrasar por un problema de diseño.
Los trenes iban a renovar la flota de los servicios de cercanías y media distancia de varias regiones, Asturias y Cantabria entre ellas.
Renfe los contrató en 2020 con medidas erróneas para los túneles de la red de ancho métrico (ferrocarriles de vía estrecha), de manera que no caben por ellos; una vez detectado el problema, se empezó a buscar soluciones.
Finalmente, se optó por el denominado “método comparativo”, que consiste en la utilización como base de un tren que actualmente circula por las líneas de ancho métrico como referencia.
El Ministerio ha insistido en que aun no se ha fabricado ningún tren, puesto que las “incongruencias” se detectaron en las primeras fases del diseño de las nuevas unidades, y “no se ha malgastado ningún euro de los españoles”.
El presidente regional de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, criticó no solo que la adjudicación se hiciera “sin medir los trenes ni los túneles”, sino que “durante dos años y pico lo sabían (en el Ministerio) y no han dicho nada”.
El de Asturias, Adrián Barbón, definió la situación como “un escándalo que no admite otro calificativo más que bochorno y vergüenza”.
EFE