Abogados de un recluso condenado a muerte en Texas que se sacó los ojos están buscando clemencia para su cliente, quien tiene una enfermedad mental.
Por El Diario NY
Andre Thomas, de 39 años, condenado a muerte, ha contado con el respaldo de más de 100 líderes religiosos y docenas de profesionales de la salud mental para pedir a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas, y el gobernador Greg Abott que trasladen su sentencia a cadena perpetua o conceder un indulto.
“El gobernador Abbott tiene el poder de detener el espectáculo de los guardias de la prisión que conducen a un hombre ciego, mentalmente incompetente y delirante a la cámara de ejecución”, precisó el abogado Maurie Levin, de acuerdo con The Associated Press.
Thomas apuñaló fatalmente a su esposa con quien estaba separada, Laura Chrisine Boren, a su hijo de 4 años, Andre Lee, y a su bebé de 13 meses, en 2004. Asimismo, cortó los corazones de los dos niños y luego le dijo a la policía que “Dios le ordenó” que cometiera los asesinatos, pues creía que sus tres víctimas eran demonios.
Tras el juicio, Thomas fue sentenciado a muerte luego de que los miembros del jurado rechazaran su defensa que argumentaban que estaba en estado de locura, y de que los fiscales argumentaran que Thomas sabía que sus acciones estaban mal y exacerbaron su condición mental con el uso de drogas.
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