Hongo Fusarium, una alerta en Venezuela que podría afectar la economía de productores

Hongo Fusarium, una alerta en Venezuela que podría afectar la economía de productores

ACOMPAÑA CRÓNICA: VENEZUELA CRISIS AME2199. GUATIRE (VENEZUELA), 03/09/2020.- Fotografía que muestra plátanos de la cosecha del señor Argenio Córdoba, el 30 de agosto de 2020, en Guatire (Venezuela). La enfermera Milagros Armas camina casi una hora desde el centro de Guatire (este) hasta un fértil terreno que cultiva a las afueras de esta ciudad, cercana a Caracas, y donde la crisis y el hambre que atraviesa Venezuela hace más de un lustro está consiguiendo un efecto que pocos esperaban: la ruralización. EFE/ Miguel Gutiérrez

 

Tras la detección del hongo Fusarium oxysporum (FOC) raza 4 tropical (R4T) en Venezuela, específicamente en los estados Aragua, Carabobo y Cojedes, el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai), emitió un comunicado para declarar estado de emergencia fitosanitaria en todo el territorio nacional.

Aunque este patógeno no representa ningún riesgo para el ser humano, el fusarium R4T es el responsable de causar la marchitez a las plantaciones de cambur, plátano y topocho, generando una gran pérdida en la producción de estos rubros.





Actualmente, Venezuela es el tercer país en América Latina en detectar la presencia del hongo, siendo Colombia el primer país latinoamericano en confirmar la presencia en el año 2019 y posteriormente Perú en el 2021.

Para conocer más detalles sobre este patógeno que mantiene en alerta a los venezolanos, lapatilla.1eye.us conversó con Rafael Mejías, ingeniero agrónomo, investigador de Fitopatología y jefe de la Clínica de Plantas de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (Fagro-UCV).

– ¿Cómo se detectó la presencia del hongo fusarium en el país?

En vista de la preocupación que había por la afectación de plantaciones de musáceas, principalmente en el estado Aragua, la facultad de Agronomía, específicamente el laboratorio de Bacterias Fitopatógenas y la Clínica de Enfermedades de Plantas, junto con el laboratorio de Biotecnología y Virología Vegetal del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), elevamos un proyecto de investigación al Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

Nosotros como universidad acudimos al Insai y realizamos los muestreos en los estados Aragua, Carabobo y algunas muestras que nos llegaron de Cojedes por parte del Insai. Posteriormente, entre el laboratorio de Bacterias Fitopatógenas y la Clínica de Enfermedades de Plantas se inició el aislamiento del tejido vegetal y comenzaron a salir hongos y bacterias principalmente.

De allí se extrajo el ADN, en el IVIC se hicieron las pruebas moleculares, se mandó a secuenciar en la empresa Macrogen y una vez con los resultados con evidencias científicas se suministró la información al Insai y a partir de allí se ha generado toda esta alarma fitosanitaria porque se trata de un patógeno bastante agresivo.

– Si bien el consumo de cambures o plátanos provenientes de plantaciones infectadas con fusarium no representan ningún riesgo para el ser humano, ¿cómo afecta el hongo?

Es muy importante aclarar que al fruto no se le aloja el patógeno. Es decir, que el tráfico comercial y consumo no va a generar ningún estado epidemiológico que pueda ocasionarnos nuevos brotes, ni evidentemente va a afectar al cuerpo humano, ya que no existe ninguna evidencia científica que lo soporte. Hay que aclarar que este patógeno llegó actualmente a Venezuela, pero tiene muchos años en otros países.

– Si Colombia tiene presencia de ROC R4T primero, ¿por qué se prohibió el ingreso de plátanos provenientes de Venezuela?

Aunque el hongo se detectó hace unos años primero en Colombia y luego en Perú, eso no quiere decir que provenga de estos países. Solo se trata de una medida que nosotros también estamos tomando al no aceptar material vegetal de países con afectación de este hongo, ya que puede generar nuevos brotes. Es un tema de resguardo epidemiológico.

– ¿Existe un registro de las unidades de producción afectadas?

Nosotros en la primera fase de la investigación –que es la que acabamos de terminar- nos dedicamos a blanco y negro; íbamos a muestrear plantas que presentaban síntomas sospechosos de unas unidades de producción en específico, de las cuales todas dieron positivo.

Dentro de poco vamos a iniciar una segunda fase de epidemiología en la que vamos a saber el número de hectáreas afectadas, las unidades de producción y cuántas están siendo afectadas por este patógeno o por otro.

– Se dice que el contrabando podría guardar relación con la presencia del hongo en Venezuela, ¿qué hay de cierto en esta hipótesis?

No creo que sea una hipótesis tan fundamentada. Cuando se va a trasladar material vegetal, cada cierta alcabala te tienes que parar y firmar una guía de movilización que emite el Insai.

Hay muchas hipótesis pero ninguna con fundamento científico. Por ello, estamos muy preocupados porque hay muchas personas que no tienen ningún conocimiento de la investigación que fue liderada por la Dra. Yonis Hernández y mi persona por parte de la Fagro-UCV, y la Dra. Edgloris Marys por parte del Ivic, y están dando información al respecto.

– ¿Qué se está haciendo para contener la propagación del hongo?

El Insai emitió una serie de medidas fitosanitarias con la intención de contener. Entre ellas la realización de rodaluvios, la colocación de pediluvios y la desinfección de las herramientas de trabajo con amoniaco cuaternario de quinta generación o superior, porque ya está comprobado que son totalmente efectivos para desinfectar y atacar el hongo.

Como medida también está la utilización de productos biológicos como trichoderma o bacillus subtilis aplicados al suelo para aumentar la microbiota benéfica.

Otra recomendación para contener el hongo es el control del picudo; un insecto que afecta al banano y abre heridas en el cormo, haciendo que el patógeno pueda entrar más fácil. Además, cuando el picudo se está alimentando de la planta y está infectada de fusarium, el picudo se convierte en agente transmisor.

– Ahora, ¿qué deben hacer los productores que sospechen la presencia del hongo?

Lo primero que deben hacer es llamar inmediatamente a un funcionario del Insai, ellos evalúan la sintomatología y elevan la muestra, posteriormente se arrojan los resultados y se comienzan a tomar las medidas.

Ahora, en el caso de no querer que la unidad de producción se contamine del patógeno, se debe evitar al máximo la visita de personas ajenas a la producción; evitar el desplazamiento de vehículos dentro de las unidades de producción, tener rodaluvios y pediluvios; no sembrar material vegetal del cual no conozcan su procedencia, porque la planta puede estar aparentemente sana pero contener el patógeno y por último aplicar productos biológicos al suelo para que exista un banco de microorganismos benéficos en el suelo.

– ¿Cuánto tiempo tardaría en erradicar el hongo en las musáceas?

Es muy complejo. Nosotros vamos a convivir con este patógeno, no vamos a erradicarlo al 100%. Ya existe material vegetal tolerante y resistente a este patógeno; lo que tenemos es recurrir a ese material vegetal y que sea sembrado.

Erradicar en su totalidad el patógeno en un mediano plazo es casi imposible, ya que este patógeno puede durar hasta 30 años en el suelo aunque se apliquen las medidas. Lo importante es que haya un manejo integrado y que nosotros podamos convivir con el patógeno.

– ¿Pueden extinguirse las plantaciones actuales de plátano, cambur y topocho?

Actualmente no hay material vegetal sembrado en Venezuela que sea resistente al fusarium. Por lo que si el patógeno llega a una unidad de producción y no se toman las medidas fitosanitarias correspondientes para el control y contención del patógeno, puede generar una gran afectación en la producción de estos rubros. Sin embargo, no es un túnel sin salida.

– ¿Cómo afecta la presencia del Foc R4T de manera económica a los productores y a la colectividad en general?

Puede afectar la economía de los productores porque la afectación de este patógeno genera que haya una disminución de la producción y esto implica que el productor tendrá menos ingresos. Lógicamente genera que la dinámica económica se vea afectada porque puede haber desempleo directo o indirecto, también habrá menos comercialización de manera eventual de bananos. Pero lo que queremos evitar es llegar a ese punto.