Secretos más íntimos de una aristócrata del siglo XVII en Francia quedaron al descubierto con el estudio de su dentadura

Secretos más íntimos de una aristócrata del siglo XVII en Francia quedaron al descubierto con el estudio de su dentadura

Una imagen difundida por el Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas francés (Inrap) el 25 de enero de 2023 muestra un primer plano en foto y en radiografía del cráneo de Anne d’Alegre, una aristócrata del siglo XVII. Sus restos no contaban toda la historia: treinta años después de su descubrimiento, los dientes de una aristócrata protestante de la época de las Guerras de Religión acaban de revelar los secretos íntimos de esta controvertida personalidad, que padecía una enfermedad dental muy mal tratada.
Handout / INRAP / AFP

 

 

 

Treinta años después de su descubrimiento, el esqueleto de una aristócrata francesa protestante, de la época de las guerras de religión en ese país, revela finalmente los secretos íntimos de esa personalidad, y de su ambiente social.

La sepultura de Anne d’Alègre, fallecida en 1619 a la edad de 54 años, fue abierta durante unas excavaciones en el castillo de Laval (oeste), en 1988. Embalsamado en un féretro de plomo, el esqueleto estaba particularmente bien conservado, así como su dentadura.

Los arqueólogos descubrieron que esa dentadura tenía una prótesis, pero no tenían herramientas de análisis adecuadas para analizar ese hallazgo.

La utilización de un escáner en 3D ha puesto ahora al descubierto que la difunta sufría de una enfermedad parodontal que provoca la pérdida de los dientes, según un estudio aparecido esta semana en el Journal of Archeological Science.

La prótesis sostenía un diente incisivo, hecho con marfil de elefante, sostenido por hilos de oro que al mismo tiempo mantenían los premolares en su sitio.

Pero este tratamiento en realidad “solo logró agravar la situación” de la paciente, explica a la AFP Rozenn Colleter, del Instituto francés de Investigaciones Arqueológicas Preventivas, autora principal del estudio.

Largo sufrimiento

A largo plazo ese tratamiento, que incluía “múltiples refuerzos obligatorios, provocaron la inestabilidad de los dientes próximos”, explica el texto.

El objetivo de una prótesis de ese tipo no solamente era terapéutico, sino estético y ante todo social.

Una mujer noble debía intentar preservar su dentadura sana el mayor tiempo posible. En palabras de Ambroise Paré, médico de la corte y contemporáneo de Anne d’Alègre, “si un enfermo era desdentado, su palabra era depravada”, explica Rozenn Colleter.

Y Anne d’Alègre era además una personalidad “controvertida”, dos veces viuda y “sin una buena reputación”, explica esta arqueo-antropóloga.

Se casó primero con Paul de Coligny, el último conde de Laval. Enviudó a los 21 años, con un hijo. Francia está desgarrada en esa época por los enfrentamientos entre católicos y protestantes.

Ella es protestante hugonote. Esconde a su hijo para que no sufra la ira de los ultracatólicos, pero pierde su tutela y sus bienes por orden del rey.

Se vuelve a casar con el gobernador de Normandía. Su hijo, Guy XX, se convierte al catolicismo y muere a los 20 años en cruzada religiosa.

“Durante tres años, Anne d’Alègre luchó para que Guy XX sea enterrado con su familia protestante”, explica Rozenn Colleter. Vuelve a enviudar, cae enferma y muere durante el invierno de 1619 a los 54 años.

El examen de su dentadura revela “muchos estrés” durante esos años. Y Anne d’Alègre debió sufrir además porque soportó su prótesis, mal configurada, durante años.

Actualmente una de cada personas en el mundo sufre de lo que se conoce como bruxismo (rechinamiento de los dientes).

AFP

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