Dos periodistas franceses comparecieron el lunes ante un tribunal en París acusados de chantajear al rey de Marruecos por supuestamente pedirle dinero a cambio de no publicar informaciones comprometedoras, constató un periodista de AFP.
Eric Laurent, de 75 años, y Catherine Graciet, de 48, están acusados de haber pedido 2 millones de euros (cantidad similar en dólares) a cambio de paralizar la publicación de un libro sobre la familia real alauita en 2015.
Ambos se enfrentan a cinco años de cárcel y multas de hasta 75.000 euros, pero rechazan las acusaciones y aseguran haber caído en una trampa.
Laurent y Graciet ya habían publicado un libro crítico con el rey Mohamed VI en 2012, titulado “Le roi prédateur” [“El rey depredador”, en español] y prohibido en Marruecos.
Antes de la fecha prevista de publicación del segundo volumen, Laurent se reunió con Hicham Naciri, un abogado de la familia real, en el bar de un hotel parisino en 2015.
Durante el encuentro, le advirtió de posibles revelaciones comprometedoras para la monarquía, como las “tensiones en la familia real y acusaciones de malversación financiera en las empresas públicas del país”, según contó el lunes.
“Naciri me dijo:’ todo esto no nos conviene’ y muy rápido habló de una transacción. Él propuso”, agregó el experiodista, que trabajó para Radio France y un suplemento del diario Le Figaro.
El reino alauita, que es parte civil en el juicio, asegura sin embargo que Laurent propuso suspender la publicación del libro, prevista para inicios de 2016, a cambio de dinero.
Tras la reunión, Marruecos presentó una denuncia y la justicia francesa abrió una investigación.
Se organizaron entonces otras dos reuniones, la última en agosto de 2015 junto a Graciet, donde los periodistas firmaron supuestamente un acuerdo para recibir dos millones de euros a cambio de no publicar el libro.
Los reporteros fueron finalmente detenidos en posesión de dos sobres que contenían 40.000 euros en efectivo cada uno, y que según Marruecos era la primera entrega de la suma acordada.
Durante la instrucción, ambos admitieron haber acordado paralizar la publicación de la obra por preocupaciones geopolíticas, pero rechazaron la acusación de chantaje.
El experiodista Laurent reconoció el lunes haber cometido “un error deontológico” por haber “aceptado dejarse llevar en este caso”, pero rechaza “cualquier infracción penal”.
Graciet dijo por su parte que el abogado marroquí la sedujo “con su oferta financiera, me lancé y me arrepiento”.
Tras su detención, salió a la luz que el abogado de la monarquía marroquí grabó todos los encuentros y envió las grabaciones — que incluyen muchas partes inaudibles — a los investigadores.
“Esa grabación es falsa”, dijo Laurent ante el tribunal.
Un informe pericial reconoció que las copias entregadas a los investigadores habían sufrido “un tratamiento posterior, imposible de precisar”, pero los recursos de la defensa que aseguró que las grabaciones eran ilegales fueron desestimados en 2017.
AFP