La Liga Árabe, así como Jordania y Egipto, condenaron “enérgicamente” la visita que el nuevo ministro israelí de Seguridad Nacional, el extremista Itamar Ben Gvir, realizó este martes a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, y advirtieron contra las consecuencias de esa “medida unilateral”.
El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed abulgheit, responsabilizó en un comunicado al Gobierno del nuevo primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de “las consecuencias de esas prácticas y planes de extrema derecha y sus repercusiones sobre Palestina, la región y la paz mundial, incluida la posibilidad de desencadenar una guerra religiosa”.
Asimismo, consideró que la visita de Ben Gvir “se produce en el contexto del inicio de la implementación del programa extremista y de la agenda de asentamientos del Gobierno de Netanyahu, con todo lo que este programa implica en términos de encender la situación en Jerusalén y el resto de los territorios ocupados de una manera muy peligrosa”.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores jordano calificó la visita como “una flagrante e inaceptable violación del derecho internacional y del statu quo histórico y jurídico en Jerusalén y sus lugares sagrados”, y consideró que se trata de un “acto de provocación y condenable”.
La visita “advierte de una mayor escalada y representa una tendencia peligrosa que la comunidad internacional debe trabajar para detener de inmediato”, dijo en un comunicado el portavoz del citado departamento, Sinan Mayali, cuyo país fue el segundo país árabe en firmar la paz con Israel en 1994, después de Egipto (1979).
La Explanada de las Mezquitas es sagrada tanto para musulmanes -alberga la importante mezquita de Al Aqsa y el Domo de la Roca, donde el profeta Mahoma ascendió al cielo-; como para judíos, que lo llaman Monte del Templo porque creen que allí se levantó el Segundo Templo.
El portavoz jordano también “responsabilizó plenamente a Israel de las graves consecuencias de esa escalada, que socava todos los esfuerzos realizados para evitar un aumento de la violencia que amenace la seguridad y la paz”, añadió la nota.
En un comunicado separado, el Ministerio de Exteriores egipcio expresó su “rechazo total a cualquier medida unilateral que viole el ‘statu quo’ legal e histórico en Jerusalén”.
Tanto Egipto como Jordania instaron a Israel a frenar las medidas destinadas a cambiar la situación histórica y legal existente en Jerusalén.
“Egipto advierte contra las repercusiones negativas de tales medidas sobre la seguridad y la estabilidad en los territorios ocupados y la región, y sobre el futuro del proceso de paz”, dijo el comunicado, e instó a “todas las partes” a la moderación, y a que “se abstengan de cualquier medida que inflame la situación”.
EFE