Son más de 40 millones de argentinos celebrando a lo largo y ancho del país. Incluso fuera de la frontera y hasta en países que ni siquiera sabíamos ubicar en el mapa. Pero si alguien se merecía levantar la copa y disfrutar de este momento era Lionel Messi. Y si bien todos hinchamos para que eso suceda, hubo (y habrá) una persona incondicional que siempre estuvo a su lado. En las buenas y en las no tan buenas: su compañera, Antonela Rocuzzo.
Por Infobae
Y esta tarde, en la final que la selección disputó contra Francia, y tal vez y según los cálculos calendarios, el último partido de Lionel en un mundial, estuvo firme alentando desde el sector VIP de la cancha junto a sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro y el resto de la familia, como la mamá de los Messi, Celia.
Con su clásica camiseta violeta doblada para arriba para darle un toque chic, sus jeans anchos y su carterita cruzada. Abrazando y conteniendo a los tres chicos, que pasan por todos los estados mientras alientan a su papá. Sufriendo con los penales, celebrando con los goles, abrazando a su familia. Antonela siendo Antonela, fotografiada por todo el estadio, enfocada por todas las cámaras. Magnética. Pero siempre junto al Capitán, como cuando eran adolescentes y comenzaron su relación. Como cuando encararon una vida juntos del otro lado del continente, como en cada premiación y en cada traspié. Juntos.
Apenas el árbitro dio el pitazo final, la familia completa se abrazó y lloró. Mientras los hermanitos Messi terminaban de entender lo que estaba pasando: “Papá salió campeón del mundo”. Por fin. Y corrieron hacia el interior de la cancha para regalarle (y regalarnos) un momento por demás emotivo: un abrazo eterno, contenido, después de tantos años de intentos y frustraciones. También, minutos después, subieron al podio para levantar la copa junto a su papá.
Ya campeones, con el premio del mejor jugador del mundial y la copa, Lionel distendido y feliz, se sentó en la cancha junto a sus hijos y a Antonela, hablando entre ellos y haciendo comentarios de asombro, como no pudiendo creer que por fin se les dio. La postal mundialista post partido. También se sacaron selfies y se quedaron un largo rato abrazados.
La familia Messi había cenado en la previa con Marcelo Tinelli, su hijo Lolo y su primo Luciano El Tirri Giugno en el país qatarí. “Gracias Jorge, Celia, Rodri y María Sol por este encuentro maravilloso”, escribió la figura de El Trece en su cuenta oficial de Instagram junto a la postal donde se lo ve rodeado de la mamá, el papá y los dos hermanos del futbolista. Además, Tinelli hizo referencia al profundo amor y admiración que tiene hacia la mujer que le dio la vida a Lionel Messi. Por eso, en la misma publicación, expresó: “Celia te amo”.
La Albiceleste de Lionel Messi consiguió la gloria máxima tras el triunfo por penales ante Francia en el Lusail Stadium, luego de igualar 3-3 en los 120 minutos. Jugó un enorme partido hasta el descuento de Mbappé y no mereció sufrir. El haberse impuesto en la mejor final de la historia no hizo más que inyectarle épica a una conquista trabajada, sufrida, pero cargada de mística… Y muy buen fútbol. Se trata de la tercera estrella para la Selección y la primera en el torneo para el astro rosarino que, a los 35 años, logró su gran sueño, como Diego Maradona en 1986.
Con un estadio lleno de hinchas y muchos famosos que fueron mostrando cómo fue vivir el minuto a minuto dentro del estadio, todo comenzó con la argentinidad al palo: con Lali Espósito cantando el Himno Nacional Argentino en vivo, junto a los jugadores. “¡Viva Argentina!”, gritó emocionada, desde Parque Patricios al mundo.