Un tribunal alemán ha condenado este miércoles a cadena perpetua a un cazador furtivo de 39 años que a finales del pasado enero asesinó a dos agentes de policía en un control de carreteras en Kusel, al sur del país.
La Audiencia Regional de Kaiserslautern consideró probado que el sospechoso fue el autor de los disparos a la cabeza que mataron a los dos agentes, de 24 y 29 años, en un crimen que en su momento conmocionó al país.
La sentencia excluye además que el condenado pueda salir en libertad tras haber cumplido 15 años en prisión debido a la especial gravedad de los hechos.
Según el tribunal, el cazador, Andreas S. mató a los policías después de que le dieran el alto en un control de carreteras para encubrir sus actividades de caza furtiva, puesto que en el momento de los hechos transportaba en su vehículo 22 animales abatidos.
Mientras los agentes revisaban el vehículo, disparó primero a bocajarro contra la mujer, que se encontraba todavía en la academia de policía, y después la remató de otro disparo; el otro agente, comisario de policía, tuvo tiempo de pedir ayuda por radio antes de ser abatido.
Otro sospechoso que acompañaba a Andreas S. en el momento de los hechos fue hallado culpable de complicidad en un delito de caza furtiva, pero no tendrá que ingresar en prisión ya que su testimonio contribuyó a resolver el caso.
El hallazgo de los cuerpos sin vida de los policías, el pasado 31 de diciembre, causó consternación en Alemania, debido al estilo del crimen, similar a una ejecución, y a la inicial falta de indicios sobre la identidad de los culpables.
Andreas S. fue detenido un día después por las pruebas halladas en el vehículo de los policías en una vivienda donde se encontró además el arma homicida.
Más tarde salió a la luz que había perdido su permiso de armas tras un accidente de caza y después de haberse visto envuelto en varias irregularidades, pese a lo que mantenía sus actividades de caza furtiva, que constituían su principal fuente de ingresos.
EFE