La Justicia iraní anunció este martes que 40 ciudadanos extranjeros han sido arrestados por su implicación en las protestas que sacuden Irán, cuyas autoridades acusan a Estados Unidos e Israel de tratar de provocar una guerra civil en el país.
“Hasta ahora, 40 extranjeros han sido arrestados por su implicación en las protestas”, dijo en una rueda de prensa el portavoz del Poder Judicial iraní, Masoud Setayeshi.
La fuente no indicó las nacionalidades de los arrestados, pero a finales de septiembre Teherán informó de la detención de nueve ciudadanos de Alemania, Polonia, Italia, Francia, Holanda y Suecia por participar en las protestas.
Al menos dos ciudadanos españoles se encuentran entre los detenidos: Santiago Sánchez, de 41 años, y Ana Baneira, de 24 años.
Además, las autoridades iraníes arrestaron a 26 ciudadanos de Azerbaiyán, Tayikistán y Afganistán por su participación en el ataque en un santuario de la ciudad de Shiraz que causó 15 muertos el mes pasado.
Irán vive una ola de protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Masha Amini tras ser detenida tres días antes por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico.
Las protestas comenzaron por la muerte de la joven kurda de 22 años, pero han evolucionado y ahora los manifestantes, sobre todo jóvenes, piden el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.
Más de 15.000 personas han sido detenidas en las movilizaciones, de las que al menos 2.000 han sido acusadas de diversos delitos por su participación en las protestas.
Hasta ahora seis de los acusados han sido condenados a muerte.
El Gobierno iraní ha acusado a Estados Unidos, Israel y a países europeos de tratar de provocar una guerra civil para “desintegrar” el país persa con las protestas.
Teherán también ha señalado a países europeos como Alemania, cuya embajada es el supuesto centro de la conspiración, según algunos medios iraníes, y Francia, que supuestamente ha enviado espías para fomentar las movilizaciones.
EFE