Un misil ruso derribado ayer sobre Kiev originalmente tenía la intención de llevar una ojiva nuclear, según funcionarios ucranianos citados por los medios locales.
Por Metro
Traducción libre de lapatilla.1eye.us
En cambio, se instaló un maniquí en el cohete Kh-55, dijo el Centro de Comunicaciones Estratégicas de las Fuerzas Armadas de Ucrania al medio local Defense Express.
Un portavoz explicó que “en pocas palabras: para este ataque, los orcos tomaron al menos un misil Kh-55 de su “arsenal nuclear”, “desatornillaron” la ojiva nuclear y la reemplazaron con un maniquí antes de dispararlo contra Ucrania. Aunque no debemos descartar que a medida que se desarrollen los acontecimientos, se verán al menos algunos de esos misiles”.
No está claro por qué se habría utilizado una ojiva nuclear ficticia.
El descubrimiento, que siguió a un examen de los restos de misiles, plantea preguntas, dijo la publicación de ciencia y tecnología technology.org, “existe la posibilidad de que la federación rusa se esté quedando sin misiles convencionales de la modificación Kh-555 y estén usando Kh-55 en su lugar”.
Si se eliminó una carga nuclear, ¿significa esto que los soldados rusos se olvidaron de colocar una ojiva convencional en su lugar? “o, si se sacó una ojiva nuclear, ¿dónde está ahora?”
También existe la posibilidad de que el misil con un maniquí existiera en su forma actual y simplemente se usara como un señuelo algo más barato con el objetivo de engañar a los sistemas de defensa aérea ucranianos, reseñó Ukrinform, una agencia de noticias ucraniana.
Cuatro misiles y cinco drones Shahed fueron destruidos durante una alerta de ataque aéreo sobre Kiev el jueves, informó Ukrinform.
Los ataques aéreos rusos atacaron nuevamente las instalaciones energéticas de Ucrania ayer cuando cayó la primera nevada de la temporada en Kiev.
Al menos cuatro personas murieron y más de dos docenas resultaron heridas en los ataques con drones y misiles, incluido uno que impactó en un edificio residencial, dijeron las autoridades.
Las fuerzas del Kremlin han sufrido una serie de reveses sobre el terreno, siendo el último la pérdida de la ciudad sureña de Kherson.
Ante esas derrotas, Rusia ha recurrido cada vez más a los ataques aéreos dirigidos a la infraestructura energética y otros objetivos civiles en partes de Ucrania que no controla.
Los ataques del jueves parecían ser de menor escala que el bombardeo nacional de más de 100 misiles y drones que dejó sin electricidad a 10 millones de personas a principios de esta semana.
Los ataques del martes fueron descritos por el ministro de Energía de Ucrania como el mayor bombardeo hasta ahora de la invasión de casi nueve meses contra la maltrecha red eléctrica.