¿Eres demisexual? ¿Demi qué? Se trata de una forma de afrontar la sexualidad poco conocida, o poco nombrada. Según Ruth González Ousset, sexóloga, psicoterapeuta, terapeuta de pareja y profesora del curso Experto en terapia sexual y de pareja en la Universidad Autónoma de Madrid, explica que una persona demisexual es aquella a la que un físico, una mirada, un olor de alguien que acaba de conocer no le activa el deseo sexual. «Son personas que van a otro ritmo y necesitan algo más: un vínculo, un sentimiento emocional. Es decir, no persiguen la superficialidad de un encuentro sexual de una noche, un aquí te pillo aquí te mato«.
Por ABC
Explica esta experta que es más bien todo lo contrario. «Su pulsión no es la prisa ni la inmediatez. Buscan una complicidad, una buena conversación, compartir valores, una forma de ser, un cerebro… que no se descubre en una sola cita, ni en las aplicaciones de internet para encontrar parejas. Le pone más la persona en una capa más profunda, nada superficial«.
El problema de los demisexuales es que se sienten desubicados porque en la sociedad actual parece que cotiza más la superficialidad y la rapidez en las relaciones sexuales y, además, cuando alguien se encuentra con un demisexual se cree que, por su condición, solo quiere el matrimonio y las personas huyen despavoridas de ellos, cuando es una creencia errónea. «La vinculación —prosigue— no implica este tipo de compromiso, sino más tiempo para sentir atracción sexual por alguien».
«Yo he tenido pacientes en consulta que me han dicho ‘es que nos hemos visto 5 veces y aún no hemos llegado a nada, no hemos tenido sexo’ y yo les respondo que quizá él no ha llegado a nada, pero la otra persona seguro que sí porque necesita tiempo para que ambos se conozcan y sentirse segura de esa atracción. La vinculación es positiva en este mundo de sexo de plástico«.
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