Solo nueve países en Latinoamérica y el Caribe cuentan con programas de prevención de cáncer colorrectal, que además no realizan de forma efectiva, advirtió este miércoles un especialista.
“El objetivo primordial debe ser prevenir la enfermedad, pero de 32 países de la región, solo 9 cuentan con programas de prevención de esta enfermedad”, señaló el oncólogo Juan Manuel O’Connor, especialista del Instituto Fleming de Argentina, durante su participación en el foro “El futuro de la Ciencia”.
El cáncer colorrectal, apuntó, se origina en el colon o recto de la persona, y surge cuando las células del cuerpo empiezan a crecer de forma descontrolada.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tan solo en 2020 se registraron a nivel mundial poco más de 935.000 muertes y se detectaron alrededor de 1,9 millones de casos, de los que 135.000 fueron tan solo en Latinoamérica y el Caribe.
O’Connor precisó que el cáncer colorrectal es la segunda causa de muerte por cáncer en la región, pero estas cifras podrían modificarse si la enfermedad se detectara de manera oportuna y se modificaran algunos factores de riesgo.
Entre estos factores destacó el tabaquismo, el bajo consumo de frutas y verduras, la falta de actividad física, exceso de peso y el consumo excesivo de alcohol.
“Necesitamos que ya no haya tantas muertes, si se detectara de manera temprana se podría reducir la mortalidad”, apuntó.
Sin embargo, explicó que en Latinoamérica los países no se han enfocado en la prevención de la enfermedad, ya que “no hay programas concretos de prevención precoz”.
MEDICINA DE PRECISIÓN
O’Connor detalló que los tratamientos contra esta enfermedad han evolucionado, pues actualmente la medicina de precisión ha logrado llevar el tratamiento correcto al paciente adecuado.
“Se han buscado los marcadores genéticos adecuados para lograr una mayor efectividad con los tratamientos. La idea ha sido buscar el camino más corto y eficaz posible”, afirmó.
Esto, dijo, porque el cáncer de colon es una enfermedad heterogénea, lo que requiere que el tratamiento se adapte al perfil molecular de cada paciente.
No obstante, dijo, es indispensable que se mejoren las medidas de prevención, pues se estima que para 2040 al menos 2,5 millones de personas vivirán con esta enfermedad.
“Es un tema cultural la falta de prevención. Tenemos que enfocarnos ahora en la transición generacional y en el aspecto epidemiológico, pero también en cambiar de hábitos, es lo más importante”, apuntó. EFE