Como una de muchas herramientas de autocuidado, el autoexamen de seno, aunque no está directamente relacionado con la reducción de muertes o casos graves de la enfermedad, es una de las tantas prácticas necesarias para recibir atención oportuna.
Por El Colombiano
De acuerdo con información de Mayo Clinic, el primer síntoma de alerta que referencian algunas mujeres diagnosticadas con cáncer de mama es la identificación de un cambio o bulto en uno de sus senos, percibido gracias al autoexamen o la palpación cotidiana durante el baño, por ejemplo.
“No hay evidencia científica suficiente que nos diga que el autoexamen impacta en la disminución de casos. Lo que sí salva a las mujeres es tener un sistema para la tamización muy organizado, además de conocer la estructura anatómica de sus senos para que sepan notar alguna anormalidad y consulten.
Sin embargo, no hay que dejar en sus manos toda la responsabilidad. La mamografía es clave”, señala María Cecilia Agudelo, docente e investigadora del Grupo Infección y Cáncer de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia.
Lo importante entonces es no sobrestimar los beneficios del autoexamen (aunque es mejor hacerlo), pues este no sustituye, bajo ninguna circunstancia, una mamografía hecha por un profesional.