Los pescadores de altura de Nueva Esparta pertenecientes a los municipios Península de Macanao, Tubores y Marcano, alzaron sus voces desde el muelle marítimo de Punta de Piedras, por cuanto la eliminación del subsidio de combustible, los tiene con la “soga al cuello”. Están a punto de paralizar la flota pargo-mero que conforman alrededor de 600 embarcaciones.
Dexcy Guédez // Corresponsalía lapatilla.1eye.us
Lisandro Vásquez, presidente de la Asociación de Pescadores de Altura de la entidad, exhortó a las autoridades del régimen de Nicolás Maduro que controlan la materia, a ponerse en los zapatos de los trabajadores del mar cuando se deroga el subsidio al combustible y se fija el precio del gasoil en 0,50 centavos de dólar.
Enfatizó que similar situación sufren los pescadores artesanales por el precio de la gasolina, que también se ubica en 0,50 centavos de dólar.
“Camarada Presidente, es urgente que revise la situación junto con el ministro de Pesca y con el presidente del Instituto Socialista de Pesca (Insopesca), porque de lo contrario nos veremos obligados a paralizar nuestra flota”, advirtió.
Vásquez subrayó que los números no cuadran y terminan trabajando a pérdida en cada faena que emprenden. Detalló que, por ejemplo, para surtir una embarcación con 10.000 litros de diésel, serían 5.000 dólares, a los que deben sumar otros 8.000 dólares para gastos de comida, artículos de pesca y aranceles.
“Por cada faena tendríamos que invertir un mínimo de 13.000 dólares, y si logramos meter 1.000 kilos de pescado a Trinidad, que es donde lo podemos vender, que cuanto mucho nos lo pagan en 10 dólares el kilo, por lo que quedamos debiendo 3.000 dólares”, precisó.
Se pregunta, entonces, ¿cómo quedan los padres de familia que se embarcan en la faena y dejan hijos y esposas en sus casas esperando su retorno para comer?
Además, los armadores dueños de las embarcaciones quedan endeudados y sin poder remediar a, por lo menos, 15 marinos que salen en cada embarcación.
Vásquez alertó que no solamente más de 9.000 familias que viven de las 600 embarcaciones están afectadas, sino también las instituciones del Estado que se benefician con los 300 kilos de especies marinas que aporta cada embarcación al Insopeca, al regresar de faenar.
Entre las instituciones que se benefician con esta actividad económica, se cuentan planteles educativos públicos, cuerpos de seguridad, geriátricos y hospitales.