Hipólito Ríos (67) tiene problemas en una rodilla. Debe operarse cuanto antes. Además, sus ojos ya no son los mismos desde que un trozo de barro lo salpicó mientras trabajaba y le ingresó una bacteria. “Igual puedo ver bien”, aclara.
Por: Clarín
Hace cinco meses, sufrió una neumonía bilateral por lo cual estuvo internado en terapia intensiva en un sanatorio donde había, al menos, 7 internados por COVID-19. “La pasé mal, pero ‘arriba’ no me quisieron”, bromea. Salió caminando de la clínica, aunque no le fue igual al médico que lo atendió: al poco tiempo, falleció a causa del coronavirus.
El 19 de febrero de 2012, en pleno carnaval chaqueño, en Argentina, Hipólito terminó su trabajo y alrededor de las 23 fue al centro de Resistencia con su esposa a jugar unos pesos en el casino. Estaba cansado.
El hombre es jardinero desde hace más de 40 años y todos sus dolores de los últimos tiempos se los debe a esa profesión que abrazó como si hubiera salido de un título universitario.
Entonces, Ríos se puso a jugar en una máquina tragamonedas del ingreso del Casino Gala. De pronto, lo sorprendieron un montón de luces y ruidos. Había ganado 72.351.805, créditos lo que equivalía a un premio de 3.617.590 pesos.
Una fortuna si se tiene en cuenta que en esa época el dólar cotizaba a algo más de 3 pesos. Hipólito había ganado algo así como un millón de la moneda estadounidense.
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