El verdadero venezolano traslada sus raíces a todas partes, incluso, a lugares inimaginables. Julián Ruiz Sandoval hizo historia el año pasado al compartir imágenes inéditas sobre la erupción de un volcán en Islandia. Esta vez, regresó para presenciar el fenómeno natural y atreverse a algo totalmente fuera de su rutina como viajero: Preparar arepas volcánicas.
Un criollo vuelve a dejar en alto la bandera de su país. Los islandeses quedaron perplejos, pero no dudaron en degustar de este atrevido manjar. Cocinar en lava resultó una hazaña, aunque a su vez, se han suscitado muchas interrogantes y críticas al respecto. La Patilla fue tras la pista del joven audaz para aclarar dudas y conocer lo más desafiante de esta increíble experiencia. ¿Preparado para un poco de adrenalina?
Por: Elizabeth Gutiérrez y Luis Eduardo Martínez | lapatilla.1eye.us
Julián Ruiz Sandoval, oriundo de Puerto la Cruz, es un explorador innato y le encantan los riesgos. Ha dedicado gran parte de su vida a recorrer decenas de países en compañía de su esposa. Sin embargo, es evidente su pasión por los volcanes. “Me atrapa la sensación de sentirte en otro planeta, viviendo una experiencia surreal que nunca imaginaste presenciar”, contó.
La posibilidad de perecer devorado por la lava es muy cercana, pero no existen límites que valgan para impedir que Julián viviera de cerca el nuevo espectáculo natural en Islandia. En medio de una zona inquietante, sacó su dron y capturó imágenes asombrosas de la escena. “Esta vez me sentí como ‘volver a casa’. Aunque no es el mismo volcán, extrañaba el olor a musgo quemado, sentir desaparecer el frío islandés mientras te acercas a la lava, volar con los drones por el cráter y sin duda ver a la gente que llegaba al lugar quedarse con la boca abierta. Es algo increíble”, resaltó.
Conocer el destino, no siempre es indicio de que la trayectoria sea más sencilla. El joven detalló que el acceso al misterioso lugar le resultó complicado. Cada vez que comienza una nueva erupción, las rutas son inciertas, lo que despierta la expectativa ante lo que pueda ocurrir. Afortunadamente, se convirtió en un reto alucinante al cumplir el objetivo. “Básicamente son montañas de rocas volcánicas filosas que hay que subir y bajar en un clima totalmente hostil. A eso le agregamos casi 20Kg de equipos que llevo en la espalda, se hace difícil, aunque todo esto hace que llegar sea mucho más gratificante”.
Arepas crujientes y ahumadas
“Viajandito” a tantos parajes por el mundo durante casi 20 años hay algo que no puede faltar en su equipaje: La harina de maíz. “Sea en hoteles extraordinarios, hospedajes humildes o acampando en medio de la nada”, mencionó. Pero esta vez, su ingenio traspasó barreras y más tras hacer varias arepas sobre la lava fresca del volcán. En las imágenes virales, se aprecia desde que las amasa hasta su primer mordisco. “¡Son muy, muy, muy crujientes!, tienen un ligero sabor ahumado pero lo más interesante es lo crujiente que quedan”.
“El año pasado, en mis visitas al volcán, pasé mucha hambre ya que permanecí más de 16 horas en el lugar con solo ‘barritas energéticas’ y snacks que tenía en la mochila. Me dije que en el próximo volcán sin duda iría más preparado”, agregó.
Ante la inquietud de si las arepas elaboradas bajo estas condiciones resultan nocivas para la salud, Julián dejó en claro que esas dudas carecen de fundamento, entendiendo que dentro de la opinión popular hay conocimientos de los gases tóxicos que emanan los volcanes.
“Cocinar en lava semi-sólida es perfectamente seguro desde el punto de vista alimenticio, esto lo he confirmado primero investigando por mi cuenta y luego con vulcanólogos islandeses. En Islandia por ejemplo, el agua tiene cantidades de azufre que son muchos mayores a las que quedan al cocinar en lava, esa agua es la más pura y saludable del mundo. Por otra parte, cocinar con leña o carbón arroja cantidades mayores de benceno, monóxido de carbono y óxido de azufre que cocinar en lava natural”, explicó.
Pero más que degustar el plato criollo en tierras inhóspitas, el venezolano se queda con la receptividad de los lugareños que tuvieron la oportunidad de degustar un pedacito de su suelo patrio. “Algunos me preguntaron de dónde era la bandera, casi ninguno conocía a Venezuela y mucho menos las arepas. Estaban muy entusiasmados por probarlas y la mayoría me pidió indicaciones de cómo prepararlas en casa”.
Aventuras memorables
Principalmente, Sandoval hace sus travesías acompañado de su esposa Jennifer, y recientemente de su hija pequeña, pero las condiciones hostiles de los volcanes islandeses ameritaron que esta hazaña la realizara en solitario. No obstante, también ha significado un reto la adaptación de viajar con su beba y que descubra desde chiquita estas experiencias.
“Hemos realizado varios viajes con nuestra pequeña Aurora, aún estamos en período de adaptación pero a ella le encanta conocer lugares nuevos. Acabamos hace poco de volver de las Dolomitas italianas y de la costa Amalfitana, fue un viaje muy bonito del que aún tenemos muchísimo material por compartir”.
Anteriormente, el venezolano tuvo la oportunidad de documentar la erupción del volcán de La Palma. Puso al mundo en suspenso a los palmeros luego de mantenerse activo por casi 100 días, convirtiéndose en el proceso eruptivo más largo y destructivo que impactó la isla. “Fue una experiencia totalmente distinta a la de los demás volcanes que he visitado, principalmente porque en vez de ser un lugar donde la gente se acercaba para disfrutar la experiencia, era un sitio del que miles de personas estaban huyendo, afortunadamente sin pérdidas humanas, pero hubo una devastación de ciudades muy lamentable. Es una vivencia única, no le quita lo increíble e interesante pero está rodeada por la tragedia de la gente que perdió lo que tenía”, expresó.
Su próximo destino…
En 2021, Julián tenía en mente escribir una serie de libros para narrar lo mejor de sus aventuras. Después del nacimiento de su pequeña y el arduo trabajo, contó que aún se esfuerza para desarrollar el proyecto creativo y publicar la serie completa.
Julián Ruiz Sandoval disfruta sus días a plenitud porque se dedica a lo que ama junto a su familia. Sin duda, aún tiene mucho camino por transitar y con entusiasmo se alista para lograrlo. “Conocer el mundo que tenemos es algo elemental en la vida, siento que dejar de visitar lugares y eventos increíbles, es dejar de vivir”, confirmó.
Sin dejar a un lado, que su corazón se mantiene anclado a su tierra. “Extrañamos mucho nuestra nación. Esperamos volver pronto de visita a recorrer una vez más todo lo inigualable que tenemos”.
Su itinerario antes de cerrar el año promete, pues se declaró fanático de los viajes de otoño e invierno en Europa. Adelantó que planea un recorrido invernal por el norte de Europa. “Sabemos que será increíble”.
Si se atrevió a cocinar en las cercanías de un volcán, ¿con qué nos sorprenderá próximamente? A seguirle los pasos.