Taiwán: el pequeño archipiélago que se defendió de China… ¿con música?

Taiwán: el pequeño archipiélago que se defendió de China… ¿con música?

El Muro de Retransmisión de Beishan estaba compuesto por 48 potentes altavoces.

 

 

 





Imagínate que te obligan a escuchar música día y noche a todo volumen.

Por BBC Mundo

Ahora piensa en cómo sería sufrir esa clase de tortura durante décadas.

Esta fue una de las estrategias que utilizó el gobierno taiwanés en la guerra de propaganda que llevó a cabo contra la China comunista desde la isla de Quemoy, también conocida como Kinmen.

Durante las 24 horas del día, todos los días a lo largo de más de dos décadas, un inmenso altavoz de 10 metros de altura construido mirando hacia la costa enemiga atronaba a los vecinos de Xiamen, en la China continental, con música -una canción ligera taiwanesa- o con discursos en los que se invitaba a los soldados chinos a cambiar de bando.

Se trata del Muro de Retransmisión de Beishan, una imponente construcción de hormigón en la que se instalaron 48 potentes altavoces cuyo sonido podía alcanzar los 25 kilómetros de distancia, es decir, más allá de la sufrida Xiamen, desde donde China respondía, además, con la misma moneda.

Esta peculiar guerra psicológica, que dejó exhaustos a los habitantes de ambas orillas, se prolongó más allá de 1979, cuando Estados Unidos reconoció a la China comunista y el equilibrio de fuerzas en la región cambió.

Un archipiélago clave
El pequeño archipiélago, compuesto por numerosos islotes, se alza a menos de 10 kilómetros de la costa china y se encuentra bajo soberanía taiwanesa desde que las tropas nacionalistas de Chiang Kai-shek fueron expulsadas del continente por los comunistas de Mao Zedong en 1949.

Ese mismo año se libró en sus playas una sangrienta batalla en la que el Kuomintang consiguió frenarle los pies a las tropas comunistas y evitar así que tomaran Taiwán. El statu quo que se estableció entonces se mantiene hasta hoy.

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