La falta de mantenimiento y la caótica situación del parque industrial de Guayana quedaron en evidencia una vez más. En esta oportunidad los trabajadores de la estatal Siderúrgica del Orinoco (Sidor) Alfredo Maneiro, denunciaron que los enormes huecos existentes en los techos de la fábrica provocan que se formen impresionantes cascadas cuando llueve, lo que pone en riesgo la vida de los empleados y el funcionamiento de la planta.
Corresponsalía lapatilla.1eye.us
Son cataratas tan grandes que, de forma jocosa, los empleados dicen que algunas áreas de la acería se han convertido en “paradores turísticos”, en alusión a las cascadas de la exótica Gran Sabana.
“Señores, este es el parador turístico cataratas de laminación en caliente. Pueden venir aquí y observar este parador turístico que se encuentra ubicado en el centro de Sidor”, dice un trabajador mientras filmaba un video donde se muestra la gran caída de agua dentro de una sala de máquinas.
Para Carlos Ramírez, un veterano obrero de la estatal, la situación es muy peligrosa. “Es muy crítica la situación de los techos. Hay áreas donde hay hasta 40 metros cuadrados sin techo, el agua cae a todo tren en el piso y moja el terreno. Eso representa un riesgo grandísimo, porque ahí ocurren las perforaciones de los hornos y cucharones”, explicó.
No obstante, lo que Ramírez considera más grave es que la planta que fabricaba la materia prima para la elaboración de techos, está paralizada. “Sidor no ha enviado planchas a Aragua para la elaboración de techos. En la empresa no está funcionando la seguridad e higiene industrial, y eso es fundamental para que nuestros compañeros trabajen resguardando su salud y vida”, declaró el obrero.
Ramírez, quien laboró por más de 30 años en Sidor, fue jubilado de manera forzosa por denunciar la caótica situación de la industria de acero en Bolívar.
“Si mis compañeros hacen estas denuncias, inmediatamente los desincorporan y les quitan las bolsas de mortadela y pollo”, aseguró.
Jean Carlos Franco, otro empleado de Sidor, afirmó que el Estado debe atender cuanto antes la situación. “Toda esa agua cae sobre los motores, máquinas, el sistema eléctrico y eso es un riesgo para los trabajadores. Están en peligro sus vidas”, puntualizó.