El Gobierno boliviano informó este martes que se aprehendió a una mujer acusada de trata y tráfico de personas que era buscada y espera que esta situación ayude a evitar la pena de muerte y a repatriar a una joven que está detenida en Malasia desde 2019, quien fue víctima de esta persona.
“Se ha detenido a una persona, seguramente será sometida a medidas cautelares y vamos a avanzar con el proceso, y esa prueba que consigamos en ese proceso, nos va a servir para evitar la condena de una ciudadana boliviana que ha sido tratada y que está detenida en Malasia”, explicó el viceministro de Justicia, César Siles.
La mujer fue aprehendida en la localidad de Llallagua en la región altiplánica de Potosí y es investigada por los presuntos delitos de trata y tráfico, que además ya tiene antecedentes relacionados con el tráfico de sustancias controladas en Brasil, explicó una fiscal de la división de trata y tráfico.
La mujer captó a la joven boliviana que está detenida en Malasia a través de las redes sociales y fue “impulsada” con “engaños” a transportar “sustancias controladas”, por lo cual está siendo procesada en ese país y podría recibir la pena de muerte o cadena perpetua, según Siles.
La mujer aprehendida en Bolivia se “acogió al derecho al silencio” en su declaración informativa y el miércoles será su audiencia de medidas cautelares, por lo que el Ministerio Público está pidiendo seis meses de detención preventiva hasta que se realice la investigación.
El viceministro indicó que la joven detenida en Malasia “evidentemente es una víctima de trata porque con engaños y coacción ha sido trasladada” hasta ese país, por lo que esperan lograr repatriarla.
La joven fue detenida en Malasia desde 2019, el Gobierno boliviano contrató un abogado para su defensa y espera que con esta aprehensión se logre incluso extinguir el caso abierto en ese país.
“Esperemos que esta información que vamos a emitir próximamente, con la acusación, logre pronto que la investigación avance para dar mayores elementos y nos permita que el proceso sea extinguido, la pena sea menor o que eventualmente sea repatriada”, indicó el viceministro.
En 2013, un boliviano de 30 años fue detenido en Kuala Lumpur por llevar 450 gramos de cocaína, lo que desembocó en un proceso judicial en el que le dieron una condena a la pena de muerte.
Tras conocer su caso en 2018, el Gobierno boliviano inició las gestiones para apelar la sentencia y para conmutar la pena de muerte, posibilidad que dan las normas de Malasia cuando de por medio se establecen acciones diplomáticas y tras un largo proceso, el hombre volvió a Bolivia en 2019.
EFE