La libertad de expresión siempre ha sido el “talón de Aquiles” del chavismo a lo largo de la historia. Desde la llegada de Hugo Chávez y el comienzo de su descenso por el precipicio popular debido a sus precarias políticas de Estado, los medios de comunicación han sido garantes de la verdad para sacar a la luz los oscuros guisos, las promesas incumplidas y exponer ante la opinión pública las constantes denuncias de la gente.
L.S // lapatilla.1eye.us
Sabiendo de esta fobia hacia la libertad de pensamiento, el periodismo ha sido blanco constante de censura, persecución y hostigamiento. Esto ha provocado que medios nacionales y regionales dejen de funcionar.
La prensa digital tampoco se ha salvado de los embates de la “revolución”. Portales de noticias independientes llevaron su “dosis de patria”, sufriendo brutales bloqueos, limitando así el ingreso de lectores.
Y es esta nueva generación del periodismo digital la que está fungiendo como principal arma en contra de la censura chavista, asunto que en la cúpula bolivariana no deja de dar dolores de cabeza y que en la actualidad se encuentra en el foco del debate.
Desde el foro chavista que usurpó a la Asamblea Nacional han dado insinuaciones de reformar la Ley del Ejercicio del Periodismo.
De la presunta reforma, solo se conoce lo anunciado por la diputada del Psuv, Carola Chávez, miembro de la comisión de medios de la Asamblea de Maduro, quien afirmó sobre la necesidad del reconocimiento de los periodistas no egresados de las universidades, a los que llamó “egresados de la universidad de la vida”.
De acuerdo con Edgar Cárdenas, secretario general del Colegio Nacional de Periodistas, sección Caracas (CNP-Caracas), esta afirmación deja clara la intención de desprofesionalizar el ejercicio periodístico.
“En este siglo XXI, momento en el que el periodismo enfrenta diversos retos, entre ellos el de hacer frente a la nueva forma de comunicar e informar en los entornos virtuales (redes sociales), donde la desinformación e infoxicación impactan en la veracidad y calidad del contenido, se requiere mayor conocimiento, habilidades, destrezas, que son obtenidas en el proceso de formación que se cumple en las universidades“, manifestó Cárdenas durante una conversación con lapatilla.1eye.us.
Asimismo, aseveró que incorporar a no profesionales al ejercicio periodístico implica comprometer la calidad informativa, “porque no están formados académicamente para asumir la responsabilidad de informar“.
“Además es importante destacar que hay un interés netamente político que apunta hacia la generación y difusión de contenido propagandístico en detrimento de la información apegada a la verdad“, añadió.
Por su parte, Gloria Cuenca, prestigiosa escritora, periodista y ganadora del Premio Nacional de Periodismo en 1990, manifestó que la pretendida reforma de la Ley del Ejercicio del Periodismo “es otra acción en contra de la seriedad, la honestidad y la libertad en el ejercicio de la profesión periodística, con larga data universitaria“.
“Sin embargo, no se observa en los comentarios ni en las declaraciones de los voceros que se han expresado en torno a la posible reforma, ningún interés real en reformar la ley para actualizarla. Lo que han planteado son algunos temas, superados en la práctica por el profundo fracaso que tuvieron al insistir en aplicarlos en países con sistemas de carácter totalitario“, sumó la también profesora titular jubilada de la Universidad Central de Venezuela (UCV) durante una entrevista con lapatilla.1eye.us.
Cuenca, autora del célebre libro “Ética para periodistas“, discutió que desde el chavismo “hablan de corresponsales revolucionarios, periodistas alternativos, entre otros términos, como si estuvieran descubriendo el agua tibia. Resulta preocupante darse cuenta de que sucesivos fracasos en los países sin libertad de expresión, no han sido analizados ni discutidos. Pretender insistir en los errores, no tener ningún tipo de intención rectificadora, llama la atención”.
LA PRENSA LIBRE Y LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS, EN PELIGRO
Edgar Cárdenas argumentó que al no existir documentación formal alguna que ilustre sobre la reforma, “debemos partir de presunciones, todas fundamentadas en las agresiones que se han ejecutado en contra de la prensa libre (periodistas y medios). Por ello nos preocupa que la reforma pueda ser utilizada como instrumento para la destrucción del CNP, eliminación del secreto profesional, silenciar la información y disminuir mucho más el ejercicio del derecho a la libertad de expresión”.
En Venezuela existen 15 universidades que imparten la carrera de Comunicación Social. Son más de 9.000 estudiantes, incluyendo la Universidad Bolivariana. “No solo son afectados los periodistas egresados, sino esa población estudiantil que después de culminados sus estudios, no tendrá campo para su ejercicio profesional“, advirtió Cárdenas.
“El periodismo crítico dejará de existir, porque se impondrá un periodismo militante con la respectiva carga ideológica gubernamental“, apostilló.
Mientras que la profesora Cuenca advirtió que el gremio periodístico “está alerta y preparándose para enfrentar esta nueva batalla -una más-contra la obsesión por eliminar la libertad de expresión, la de información, la de opinión. Se realizan foros, debates, jornadas en contra de la pretendida reforma. Las directivas nacionales y las regionales van produciendo documentos de repudio contra la “desconocida y anunciada” reforma. No se espera nada positivo. Siguiendo aquello de “por sus hechos los conoceréis”, no se puede esperar nada justo, menos actual y adecuado con esta reforma”.
“Los periodistas no tienen otra alternativa que ‘decir lo que no quieren que se diga’. Y ¿cómo hacerlo? Buscando un lenguaje que no sea accesible a quienes están al frente de los organismos represivos, es decir, atendiendo al cómo decir las cosas, ante las cosas que se dicen. Por supuesto es un desafío más, pero ya sabemos nuestra lucha por la libertad de expresión e información es un profundo y permanente reto”, explicó.
De acuerdo con su opinión, Cuenca insiste que la intención detrás de la reforma es “manipular, presionar, atentar contra las libertades de expresión, información, opinión y prensa. Se conocen sus propósitos verdaderos”.
“Prepararse e insistir en la lucha es lo que queda“, resaltó.
Para Edgar Cárdenas, la reforma no solo afecta a un núcleo geográfico del país, sino a toda la sociedad venezolana, sin importar las distancias.
“El derecho a la información se vería disminuido, por el peligro que representa la generación de contenido informativo manejado por no profesionales del periodismo, no apegado a la verdad, donde está comprometida la calidad y con alta carga propagandística e ideológica“.
El periodismo venezolano, en reiteradas ocasiones, se ha mantenido firme en su defensa de la profesionalización de su labor y de la colegiación obligatoria prevista en la actual ley de ejercicio. Pero en tal caso que el chavismo meta sus manos, habría que “prepararse e insistir en la lucha, es lo que queda“, tal como advirtió la profesora Gloria Cuenca.