Japón ejecutó hoy al conocido popularmente como “asesino de Akihabara”, un hombre que en 2008 mató a siete personas e hirió a otras diez en la concurrida zona del barrio de la electrónica de Tokio, anunció el Ministerio de Justicia.
Tomohiro Kato, de 39 años, fue condenado a muerte por atropellar mortalmente a tres peatones con un camión, antes de salir del vehículo y apuñalar fatalmente a otras cuatro personas en el distrito comercial de Akihabara.
Kato fue ejecutado en la horca, como establece la ley japonesa, en el centro de detención de Tokio donde se encontraba preso, detalló el ministro japonés de Justicia, Yoshihisa Furukawa, en una rueda de prensa convocada para anunciar el ajusticiamiento.
Furukawa señaló que Kato embistió “indiscriminadamente dejando 7 muertos tras una exhaustiva preparación”, en un caso “cruel” que “influyó en la sociedad” japonesa.
El suceso, también conocido como la “masacre de Akihabara”, tuvo lugar el 8 de junio de 2008, cuando Kato irrumpió con un camión en Akihabara en una jornada dominical y embistió a la multitud en su calle principal, que ese día estaba cortada al tráfico rodado.
Tras atropellar a cinco personas, de las que tres murieron, Kato se bajó del camión y apuñaló a una docena de paseantes, de los que cuatro perdieron la vida.
El suceso conmocionó a Japón, que prohibió hasta 2011 que ese área volviera a ser peatonal los domingos, y es también uno de los incidentes más recordados a nivel internacional.
Kato fue condenado a muerte en 2011 y en 2015 el caso quedó finalmente cerrado con el rechazo por parte del Tribunal Supremo de Japón de la última apelación posible de la defensa, que argumentaba que el reo no estaba en pleno control de sus facultades mentales en el momento de los hechos a causa de estrés psicológico severo.
La ejecución de hoy se produce tras las acometidas el pasado diciembre, cuando tres reos fueron ajusticiados por asesinato en las primeras ejecuciones en el país en dos años, y se trata de la segunda ejecución de penas capitales desde que el primer ministro Fumio Kishida llegara al cargo en octubre de 2021.
Japón es junto a Estados Unidos el único país democrático e industrializado que aún imparte la pena capital, una vigencia muy criticada por organizaciones como Amnistía Internacional (AI).
En este sentido, Furukawa apeló a la independencia jurídica de Japón y al hecho de que las encuestas que baraja el Gobierno señalan que “la mayoría del pueblo japonés está a favor de la pena de muerte en casos crueles, donde no se puede descartar una ejecución”.
Actualmente hay 106 presos en el corredor de la muerte nipón esperando a la ejecución de sus sentencias, según las últimas cifras facilitadas hoy por el Ministerio de Justicia. EFE