“Decían que era un dolor normal”: el diagnóstico tardío que llevó a una mujer a la menopausia quirúrgica

“Decían que era un dolor normal”: el diagnóstico tardío que llevó a una mujer a la menopausia quirúrgica

Las pacientes a las que se les tuvieron que extirpar los ovarios debido a la endometriosis dicen que, culturalmente, la gente normaliza el dolor de una mujer.

 

 

 

A los 32 años, la artesana Adriana Tigre empezó a tener síntomas propios de las mujeres que llegan a la menopausia: episodios de calor intenso, irritabilidad y cambios en el sueño y en el estado de ánimo.

Por BBC Mundo

Aunque generalmente estos signos están relacionados con el período que abarca el último ciclo menstrual de la mujer, entre los 45 y los 55 años, en la vida de Adriana aparecieron mucho antes a causa de la extirpación de los ovarios, lo que se conoce como “menopausia quirúrgica”.

Es un procedimiento que debe evitarse porque puede traer riesgos para la vida de la mujer. Está indicado en casos específicos, advierte la ginecóloga Ceres Resende, coordinadora del área de Ginecología y Obstetricia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Brasilia (UnB).

Aquejada de un “dolor incapacitante e insoportable” desde su primer período, a los 12 años, Adriana se sometió al procedimiento luego de ser diagnosticada tardíamente con una grave condición que afecta a una de cada diez brasileñas, según el Ministerio de Salud: endometriosis.

El problema ocurre cuando un tejido similar al revestimiento del útero crece en otras partes del cuerpo, generalmente alrededor de los órganos reproductivos, los intestinos y la vejiga. No hay causa o cura conocida.

¿Dolor normal?

Desde que era adolescente, Adriana, quien hoy tiene 37 años, cuenta que escuchó de familiares, amigos y médicos que lo que sentía durante la menstruación era “un dolor normal para toda mujer”.

 

Adriana entró en la menopausia quirúrgica a los 32 años, luego de que le extirparan los ovarios

 

“Me preguntaba si el dolor era tan fuerte y me sentía como una mujer débil porque no podía soportarlo como las demás. Pero la verdad es que no era normal. Solo mejoraba, en algunas crisis, cuando tomaba morfina”, describe.

Adriana cuenta que tuvo que ir varias veces al hospital con dolores en los que “suplicaba morir” y pasó por decenas de médicos que “minimizaron” su sufrimiento. Fue solo después de unirse a un grupo de mujeres en Facebook que vio una posibilidad de diagnóstico para comprender lo que sentía.

Una ecografía transvaginal confirmó la sospecha. “Cuando me enteré, ya estaba en el estadio 4, que es grave. Había llegado a la vejiga, a los intestinos, había invadido capas de músculo”, dice. El retraso promedio para el descubrimiento de la endometriosis es de ocho años, según la doctora Ceres Resende.

Adriana tuvo que someterse a una laparoscopia, un procedimiento quirúrgico para extirpar focos de endometriosis y, en casos muy graves, los ovarios.

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