A los pies del Capitolio, símbolo del pueblo de Estados Unidos, sus trabajadores anunciaron este martes una victoria histórica: la obtención de la vía libre para formar un sindicato con el que negociar mejoras en sus condiciones laborales.
El Congreso había otorgado derechos de negociación a sus empleados con la aprobación de la Ley de Responsabilidad de 1995, pero su implementación requería una resolución adicional, que el congresista demócrata Andy Levin, del estado de Michigan, presentó el pasado febrero.
La Cámara de Representantes estadounidense avaló esa resolución el 10 de mayo, y después de que este lunes finalizara el periodo interino, los derechos de negociación están ya completamente protegidos.
“Por fin pueden crear un sindicato sin miedo a represalias. Me enorgullece que en su primer día ya se hayan postulado trabajadores de ocho oficinas. Este es un momento histórico para nuestro país”, dijo Levin ante la prensa.
Los planes para sindicarse fueron hechos públicos en febrero, un mes después de que la Asociación de Personal Progresista del Congreso publicara una encuesta en la que participaron 516 trabajadores y que mostraba que el 91 % deseaba tener mayores protecciones legales para tener “voz” en el trabajo.
La mitad de los sondeados reconocían muchas dificultades para llegar a final de mes con sus salarios y casi el 40 % admitía que tuvo que endeudarse para poder vivir en Washington, una de las ciudades más caras de EE.UU. y donde el alquiler de un apartamento de una habitación ronda los 2.200 dólares al mes.
La mejora en sus sueldos es una de sus prioridades, señaló a Efe el presidente del llamado Sindicato de los Trabajadores del Congreso, Philip Bennett. Pero también “formalizar lo informal”, ya sea en materia de vacaciones, promociones o trabajo remoto.
DERECHOS PROTEGIDOS
Hasta ahora, los asesores de senadores y de congresistas y los trabajadores de la oficina de personal podían formar un sindicato y negociar sus condiciones laborales de forma conjunta, pero no estaban protegidos por ningún derecho al respecto.
Desde este martes, sus respectivos jefes ya no pueden despedirlos ni castigarlos por sindicarse, y deben negociar con esa entidad las condiciones laborales.
La adquisición de esos derechos es solo un primer paso. Ahora el sindicato tendrá que constituirse formalmente.”El proceso empezó ayer. No está en nuestras manos”, sostuvo Bennett sobre cuándo se hará realidad.
Su creación está respaldada únicamente por congresistas y trabajadores demócratas, y de momento solo se ha dado ese paso en la Cámara de Representantes, no en el Senado.
“El Congreso tiene poco que decir a otros sobre el derecho a organizarse y a negociar colectivamente si no está dispuesto a reconocer ese derecho en su propia casa. Hoy, gracias a la valentía de muchos, se ha reconocido. Ese es el modelo que debemos mostrar al país”, recalcó el legislador Ro Khanna, representante de California.
Pocos grupos profesionales de alto nivel educativo en Estados Unidos están sindicados. No hay por ejemplo sindicatos de médicos ni de abogados, aunque los de profesores tienen mucha fuerza y suelen ser una voz prominente dentro del Partido Demócrata.
Sin embargo, ha habido un incremento reciente en Estados Unidos en la voluntad de los trabajadores de agruparse. Así ha sucedido en la cadena de cafeterías Starbucks y en la plataforma de distribución Amazon.
El Congreso tiene mayoría demócrata y no se descarta que una victoria republicana en las legislativas de noviembre pueda suponer un obstáculo a los planes de los trabajadores del Capitolio. “La justicia no es algo que se gane para siempre, sino paso a paso. Y el de hoy es uno increíblemente positivo”, concluyó Levin. EFE