Ucrania abatió a un general ruso en el bombardeo contra un depósito de municiones de las tropas invasoras en Kherson, en el sur del país, en un contraataque como parte de los esfuerzos para recuperar el terreno en la región, según informó un vocero militar, así lo reseñó INFOBAE.
El general de división Artem Nasbulin, jefe del Estado Mayor del 22º Cuerpo de Ejército, murió en el ataque ucraniano, realizado con misiles Himars (Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad, donados por EEUU), detalló Serhiy Bratchuk, portavoz de los militares de la región de Odessa.
Fuentes citadas por Newsweek detallaron que hubo un ataque contra un comando móvil en Tavriis’k, a escasa distancia de Nueva Kajovka -están separadas por un arroyo- en el que murió el militar, mientras que la ofensiva incluyó la destrucción de un almacén de armas.
Las autoridades prorrusas nombradas en Kherson confirmaron el ataque en Nueva Kajovka y reconocieron que dejó al menos siete muertos y alrededor de 60 heridos, sin ofrecer detalles sobre las identidades. Vladimir Leontiev, jefe de la administración cívico militar nombrada tras tomar el control de la zona, dijo que el número de víctimas “va a aumentar porque la magnitud de los daños es enorme”.
Según la versión de las autoridades locales nombradas por Rusia, el ataque ucraniano se produjo por la noche y como resultado explotaron almacenes con salitre y un hospital, edificios residenciales y otras infraestructuras urbanas resultaron dañadas.
Por su parte, según la versión de Ucrania, el ataque tuvo como objetivo un depósito de armas y en él se destruyeron sistemas de artillería y otro material, con un saldo de 50 militares muertos.
Las estremecedoras imágenes divulgadas por autoridades ucranianas muestran la erupción de una bola de fuego y una nube en forma de hongo, después de que los cohetes HIMARS estallaran en el depósito donde se almacena el salitre para fertilizantes y explosivos.
Otras imágenes tomadas por la mañana y difundidas por las autoridades de ocupación muestran varios edificios destruidos.
Antes de que llegaran los lanzacohetes múltiples ligeros, la ciudad sureña de Kherson, ocupada por Rusia, estaba fuera del alcance de las fuerzas ucranianas.
Ucrania ha solicitado con insistencia a sus aliados occidentales sofisticados sistemas de artillería para defenderse de las fuerzas rusas, argumentando que sólo estas armas podrían cambiar el rumbo de los combates. Ahora, los analistas militares atribuyen a los sistemas recién llegados -incluidos los Caesar de Francia y los Himars de Estados Unidos- ataques más profundos en el territorio controlado por Rusia en Ucrania, incluso contra depósitos de municiones.
Sin embargo, Estados Unidos advirtió que Moscú también estaba recibiendo un impulso armamentístico, ya que Irán planea suministrar cientos de drones con capacidad de armas de combate a Rusia para su uso en Ucrania, según declaró el lunes un alto funcionario estadounidense.
En el este del país, donde continúan los bombardeos rusos, Ucrania se prepara para una nueva ofensiva rusa en la región de Donetsk, en la cuenca minera del Donbás, parcialmente controlada desde 2014 por los separatistas apoyados por Moscú.
“Hay indicios de que las unidades enemigas se están preparando para intensificar las operaciones de combate en dirección a Kramatorsk y Bakhmut”, advirtió el Estado Mayor ucraniano.
Con información de AFP y EFE