Para bajar de peso la receta podría describirse en dos simples pasos: hacer ejercicio y una dieta sana y balanceada. Sin embargo, existen algunos alimentos que, además, pueden acelerar el metabolismo para quemar aún más grasa. Aunque muchos ya son conocidos, hay otros que se encuentran en la alacena y que cuentan con esta característica.
Por Infobae
Vale aclarar que no son mágicos y tampoco generan un “huracán” de quema de calorías; sino que permiten un impulso extra al metabolismo en la transformación de la grasa en energía. Se trata de alimentos que, muy probablemente, estén en los hogares y que, además, son sabrosos. Estos son 6 alimentos que, según Healthline, le brindan un impulso al metabolismo.
Cuáles son los 6 alimentos que aceleran el metabolismo
Salmón
Rico en Omega-3, el salmón además cuenta con una importante cuota de proteínas, las cuales pueden acelerar durante horas al metabolismo. La razón detrás de este comportamiento radica en la energía que debe destinar el cuerpo para poder digerir, absorber y procesar los nutrientes del alimento. El nombre científico de este accionar del organismo es efecto térmico de los alimentos (TEF).
Según los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health, NIH, en inglés), cuando se ingieren proteínas, como las que se encuentran en el Salmón, la tasa de conversión (tasa metabólica) aumenta entre un 15 y un 30%; mientras que con los carbohidratos ese número desciende al 5 o 10% y con las grasas cae al 0 o 0,3%.
Legumbres
En comparación con otros alimentos, las legumbres cuentan con una mayor proporción de proteínas. Según estudios publicados por la NIH, al contar con esta sustancia, el organismo requiere una mayor energía para digerirlos, absorberlos y procesarlos.
Además, cuentan con fibra dietética, almidón resistente y fibra soluble, componentes que el cuerpo puede utilizar para impulsar el desarrollo de los prebióticos, que alimentan a las bacterias buenas del intestino grueso y generan ácidos grasos de cadena corta que colaboran en el uso eficiente de la energía almacenada en forma de grasa.
Café
Muchas personas “necesitan” al café para iniciar sus jornadas. Sin embargo, esta infusión cuenta con más beneficios: puede colaborar en el aumento de la tasa metabólica y aumentar el rendimiento durante el entrenamiento.
Pese a que los efectos de la cafeína dependen de cada organismo, varios estudios realizados en distintas partes del mundo aseguran que aquellos que consumen unas tres tazas diarias (unos 270 mg de cafeína al día) pueden quemar hasta 100 calorías extras.
Té verde o té de matcha
Para aquellos que desisten del café, el té verde o el té de matcha puede ser una opción. Es que estas infusiones cuentan con catequinas, sustancias que, junto a la cafeína, aceleran tasa metabólica. Pero eso no es todo, estas bebidas también elevan la oxidación de las grasas y colaboran en la quemar de calorías adicionales.
Además del té verde, el oolong colabora con el organismo para utilizar la grasa almacenada y convertirla en energía de forma más efectiva, elevando la quema de calorías hasta en un 17%. Al igual que en el caso del café, los resultados y los porcentajes dependen de cada organismo.
Ají picante
También conocido como guindilla, el ají picante cuenta con capsaicina, una sustancia que no solo proporciona la sensación de saciedad, sino que, además, puede mejorar e impulsar al organismo a elevar, levemente, la velocidad en la que el cuerpo quema las calorías. Según algunos estudios, se pueden eliminar hasta 50 calorías extras por día.
Algunos estudios científicos aseguran que con un solo chile jalapeño, que cuenta con una dosis de unos 10mg de capsaicina, ya se perciben beneficios. Incluso, en dosis menores (inferiores a 2mg), se reduce el consumo de calorías, en especial los carbohidratos.
Cacao
Sin leche y sin azúcar, el cacao en su versión más natural y pura posible beneficia al organismo. Según algunos estudios, la ingestión de este alimento impulsa la expresión de genes que promueven la quema de calorías. Incluso, investigaciones científicas destacan que su consumo evita la acción de enzimas que descomponen las grasas y los carbohidratos, con lo cual se reduce la asimilación de las calorías.