México recibió más de 130.000 solicitudes de asilo en 2021, la tercera cifra más alta de cualquier país del mundo, de las que aproximadamente 90.000 se presentaron en Tapachula, en la frontera con Guatemala, reveló este jueves un informe de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, en inglés).
“Esta cifra es más de 100 veces mayor que la recibida en 2013. Las cifras siguen aumentando, ya que México ha recibido más de 40.000 solicitudes de asilo solo en los cuatro primeros meses de 2022”, refirió la organización en un comunicado sobre el reporte.
El informe “Luchando por sobrevivir: la situación de personas solicitantes de asilo en Tapachula, México” señaló además que las personas solicitantes de asilo que se quedan atrapadas en el sur del país enfrentan abusos y crisis humanitaria.
“El enfoque de México hacia la migración y el acceso a la protección, incluyendo el intento de contener a las personas en la ciudad fronteriza de Tapachula, pone a muchas en riesgo, con abusos, discriminación y condiciones precarias que se combinan para ‘desgastarlas’ mientras buscan protección de circunstancias que amenazan su vida”, denunció.
La investigación concluyó que esto no solo impide que se aborden de forma constructiva los altos niveles de migración, sino que además provoca una crisis humanitaria para migrantes y solicitantes de asilo vulnerables.
En el informe, solicitantes de asilo dijeron haber tenido que huir de sus hogares debido a la violencia, la represión y otros factores, pero en México se enfrentaron a la extorsión o detención por parte de autoridades mexicanas cuando apenas intentaban entrar al país.
Además, cuando logran presentar solicitudes de asilo se encuentran con procesos legales que les hacen esperar mucho tiempo y obstáculos burocráticos para conseguir documentación y empleo.
“La situación de las personas solicitantes de asilo refleja una realidad más amplia: la única manera de abordar de forma sostenible el desplazamiento forzado en la región es proporcionando protección y vías legales”, dijo Stephanie Brewer, directora para México y Derechos de los Migrantes en WOLA.
La directiva criticó que las políticas que buscan contener la migración “no aportan soluciones a nadie” y aumentan la vulnerabilidad y sufrimiento de los migrantes.
En tanto, Maureen Meyer, vicepresidenta de programas, dijo que el Gobierno de México debe trabajar para replicar y ampliar las “prometedoras iniciativas” planteadas para apoyar a estas personas.
“La próxima Cumbre de las Américas es una oportunidad para que líderes regionales aborden sus fallos en la protección de personas migrantes y solicitantes de asilo en su viaje y discutan las mejores prácticas centradas en el acceso a la protección y la integración”, puntualizó.
La situación en el sur mexicano refleja que la región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detectó a más de 1,7 millones de indocumentados en la frontera con México en el año fiscal 2021, que terminó el 30 de septiembre.
México deportó a más de 114.000 extranjeros en 2021, de acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación del país.
Mientras que en el año fiscal 2022, que arrancó el 1 de octubre de 2021, la CBP ha contabilizado más de un millón de migrantes interceptados en la frontera sur estadounidense.
EFE