La lluvia de acusaciones contra Rusia por abusos en Ucrania

La lluvia de acusaciones contra Rusia por abusos en Ucrania

Coches y casas destruidas en la ciudad ucraniana de Mariupol. EFE/EPA/ALESSANDRO GUERRA.

 

 

 





Rusia enfrentaba el viernes una lluvia de acusaciones por presuntos crímenes de guerra en Ucrania, desde traslados forzosos a campos de interrogatorio hasta asesinato de civiles desarmados, mientras el número de exiliados por el conflicto superaba los seis millones.

Las cadenas de televisión estadounidense CNN y británica BBC difundieron el jueves imágenes de cámaras de videovigilancia que, según afirman, muestran a dos civiles ucranianos desarmados que reciben disparos por la espalda de soldados rusos en los alrededores de Kiev, el 16 de marzo.

En las imágenes se ve a los militares registrándolos antes de salir de un comercio, volver atrás y abrir fuego.

Ucrania lanzó una investigación por crímenes de guerra tras la publicación de las imágenes, cuyo contenido no pudo ser verificado independientemente por AFP.

El video se suma a los relatos de testigos contra las acciones de las tropas de Moscú en Ucrania.

“Militares [rusos] dispararon contra una casa con un tanque. Dos hombres y una mujer murieron”, dijo la fiscalía de la región de Járkov, señalando que sus cuerpos, enterrados por los vecinos en el patio de la casa, fueron exhumados el miércoles.

Al llegar el tanque, los habitantes “entraron en la casa para esconderse”. “Disparó a la puerta justo después”, relató llorando Olga Karpenko, de 52 años, una de cuyas hijas murió por los proyectiles.

El jueves, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó por amplia mayoría investigar las presuntas atrocidades de las tropas rusas, que también están siendo objeto de pesquisas de la Corte Penal Internacional y la justicia ucraniana.

“Campos de interrogatorio”

En Nueva York, la ONU reclamó terminar con los bombardeos de escuelas como el denunciado por el presidente ucraniano Volodimir Zelenski en la región de Chernígov (noreste), donde murieron tres personas y 12 resultaron heridas.

Siguiendo la lista de acusaciones, Estados Unidos denunció el jueves que las tropas rusas estaban trasladando “por la fuerza” a “varios miles” ucranianos en “campos de interrogatorio”, donde eran sometidos a tratamientos “brutales”.

Además, Moscú habría desplazado a “al menos varias decenas de miles de otros a Rusia o a territorios controlados por Rusia”, afirmó el embajador estadounidense en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Michael Carpenter.

Las autoridades ucranianas cifran en 1,2 millones el número de deportados por Moscú.

Pero los desplazados totales por el conflicto iniciado el 24 de febrero son muchos más. De acuerdo con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, el número de exiliados ya supera los seis millones, aunque el flujo se haya ralentizado en las últimas semanas.

Muchos emprenden incluso el camino contrario. Según las cifras de los guardias fronterizos ucranianos, el pasado martes volvieron 34.000 personas al país, contra 29.000 que marcharon.

“Estoy agradecida con la gente del extranjero, pero me hacía falta mi casa”, dijo María Pshenychna, una adolescente de 16 años, al reencontrarse con su padre Yuri en el andén de la estación de Kiev.

Además, según la ONU, más de ocho millones se vieron desplazados internamente en Ucrania, que contaba antes del conflicto con una población de 37 millones de habitantes sin contar la península de Crimea, anexada por Rusia en 2014, y las zonas orientales del Donbás controladas por separatistas prorrusos.

En el terreno, Rusia continúa con su lento progreso en el Donbás e intenta tomar “el control total” de las localidades de Rubizhne y de Severodonetsk, según la presidencia ucraniana.

Kiev también indicó el inicio de unas “difíciles negociaciones” con Moscú para evacuar a 38 soldados gravemente heridos que se encuentran en la acería Azovstal, la última bolsa de resistencia ucraniana en la ciudad portuaria de Mariúpol (sureste).

Todos los civiles ya fueron evacuados de ese lugar con la ayuda de la ONU y Cruz Roja pero, según las autoridades ucranianas, todavía quedan “más de un millar” de combatientes, “cientos” de ellos heridos.

Cumbre del G7

En este contexto, Alemania acoge el viernes una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores del G7 con sus homólogos de Ucrania y Moldavia, una pequeña antigua república soviética que teme la entrada de las tropas de Moscú a su región separatista prorrusa de Transnistria.

Las acciones rusas también han llevado a un acercamiento de Finlandia y Suecia hacia la OTAN. A pesar de las advertencias de Moscú contra un eventual ingreso, Helsinki presentará el domingo formalmente su solicitud de adhesión y se prevé que Estocolmo siga sus pasos.

En la mesa del G7 también estarán las sanciones contra Rusia y las perturbaciones de las entregas del gas ruso a Europa, cuya elevada dependencia energética de Moscú ha impedido hasta ahora la aprobación de un veto total a las importaciones de hidrocarburos.

El gigante del gas ruso Gazprom anunció que dejaría de usar un importante gasoducto polaco y la reducción en un tercio del tránsito hacia Europa a través de Ucrania.

“Hay que desconectar el oxígeno energético de Rusia”, exigió el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, en Berlín.

AFP