Este 1 de mayo, cuando se celebra el Día del Trabajador, diferentes organizaciones gremiales del estado Anzoátegui tomaron las calles de Barcelona para exponer una vez más su rechazo a las “políticas de hambre” implementadas por el gobierno de Nicolás Maduro.
Por Javier A. Guaipo / Corresponsalía lapatilla.1eye.us
Representantes del sector salud, educación, petrolero, así como militantes de partidos políticos de oposición y sociedad civil en general se concentraron en horas de la mañana en la Plaza San Felipe de Barcelona.
El mencionado lugar sirvió como punto de partida para la marcha que continuó por la calle Juncal del casco central anzoatiguense, siguió por el Bulevar 5 de Julio y culminó en la Plaza Miranda.
Edisson Hernández, coordinador general del Movimiento de Trabajadores de la Salud (Motrasalud), manifestó que, contrario a las costumbres de épocas anteriores, actualmente no tienen nada que celebrar debido a la miseria en la que se encuentra gran parte de los empleados públicos del país.
“Hoy le decimos a Nicolás Maduro que estamos cansados. Basta ya de esta condena que arremete contra nosotros. Nuestros compañeros se siguen muriendo porque los sueldos no alcanzan para comer bien y mucho menos para medicinas”.
Asimismo, señaló que los incrementos salariales aplicados por el oficialismo, y de los que tanto alardean, “solo son útiles en el país de las maravillas donde viven ellos”.
Por su parte, José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), afirmó que la petición más importante al día de hoy es que de una vez por todas el salario sea establecido en, al menos, 600 dólares. “De esa manera, estaría acorde al costo de la canasta básica, como lo establece el artículo 91 de la Constitución Nacional”.
El vocero gremial acotó que “el gobierno nacional ha ejecutado un plan de destrucción de los sueldos y queda demostrado con la eliminación arbitraria de los contratos colectivos. Es una verdadera catástrofe lo que estamos viviendo los trabajadores de Venezuela con una remuneración de 30 dólares al mes y sin ningún tipo de beneficios. Por eso estamos en la calle”.