Nahuel, de 23 años, se encontraba festejando el primer cumpleaños de su sobrina cuando de pronto, mediante un llamado telefónico le avisaron de que acababan de robar su casa.
Por Crónica
Las cinco cuadras entre el pequeño salón de y el hogar que comparte con sus padres se hicieron eternas. Al llegar se encontró con un panorama desolador. Si bien los delincuentes no habían entrado a su propiedad, aprovecharon que el fondo no tiene un alambrado y forzaron el ingreso a la casa de sus seres queridos. Prácticamente los desvalijaron.
Denuncia policial de por medio, el joven fue a su computadora para revisar las últimas tres horas de cámaras de seguridad con el fin de conocerle las caras a los ladrones. El sistema de vigilancia lo instalaron porque están hartos de los robos, siete solamente en el último dos años.