La empresa Repsol anunció este lunes que culminó los trabajos de limpieza de 28 playas afectadas por el derrame de petróleo del pasado 15 de enero en una refinería operada por la transnacional española en el norte de Lima.
A través de un comunicado, la compañía informó que el pasado 13 de abril, a las puertas de que se cumplieran tres meses del derrame, reportó a las autoridades peruanas el fin de las acciones de limpieza en estas playas que, asegura, “han sido declaradas limpias y listas para el monitoreo respectivo y en espera de la conformidad por parte de la autoridad”.
“Esto es el resultado de las acciones de contención, recuperación y limpieza que ha llevado a cabo la compañía en todo el litoral, en cumplimiento del cronograma entregado a las autoridades peruanas y contando con un equipo de empresas y expertos reconocidos internacionalmente, que nos han acompañado durante todo el proceso”, sostuvo la empresa.
Estas labores de limpieza, agregó Repsol, se realizaron mediante el uso de la metodología SCAT, una técnica internacional de evaluación del litoral que busca determinar las mejores prácticas de limpieza para cada lugar, tomando en cuenta las características del terreno y resguardando el entorno identificado.
Dichas tareas incluyeron análisis a profundidad del suelo, agua y sedimentos en toda la zona identificada como alcanzada por el derrame.
Detalló que se desarrollaron más de 1.400 muestreos fisicoquímicos: 759 en suelo, 206 en sedimento y 444 en agua, de la orilla, la superficie marina, plazas y alta mar.
En la nota, la compañía indicó que en las zonas de difícil acceso, como acanillados, franjas costeras estrechas y peñas rocosas, se mantiene “un permanente monitoreo y vigilancia desde el mar” para recuperar cantidades pequeñas de petróleo que pudieran desprenderse por el oleaje y las mareas.
Además, señaló que está pendiente de recibir la autorización para realizar el análisis hidrobiológico de las zonas afectadas, el cual determinará cuándo podrá reactivarse la actividad pesquera.
El pasado viernes, la Defensoría del Pueblo alertó sobre la urgencia de acelerar la culminación de las acciones de limpieza ya que, hasta entonces, ninguna de las 46 playas identificadas como afectadas por el vertido de crudo había sido oficialmente declarada como limpia.
Por otro lado, el organismo autónomo lamentó que, pasados tres meses desde el accidente, no se haya identificado aún la totalidad de actividades económicas afectadas por el derrame ni del impacto económico provocado en los vecinos de la zona, vulnerando el derecho al trabajo de quienes desarrollaban labores como pesca artesanal, acuicultura, turismo, comercio, transporte de mercaderías, entre otras.
En marzo pasado, Repsol firmó un acuerdo con el Ejecutivo peruano mediante el cual se comprometió a entregar 3.000 soles (unos 805 dólares) como anticipo de indemnización a pescadores y comerciantes afectados por el vertido.
Hasta la fecha, el organismo público encargado de la fiscalización ambiental ya ha impuesto cinco multas a Repsol por un monto total de 2,3 millones de soles (unos 615.000 dólares) por haber incumplido 5 de las 16 medidas administrativas dictadas, entre ellas la identificación de las zonas afectadas por el derrame, la limpieza, contención y reparación de hidrocarburos.
El derrame ocurrió el 15 de enero, cuando el buque italiano Mare Doricum descargaba combustible a las tuberías submarinas de la refinería La Pampilla, que opera Repsol en el municipio de Ventanilla, en la provincia limeña del Callao.
En un primer momento, la compañía reportó que se trataba de una fuga de 0,16 barriles (unos 25 litros), después elevó esa cifra a 6.000 barriles, aunque finalmente calculó que habrían sido 10.400, aún menos de los 11.900 que estima el Gobierno peruano (1,9 millones de litros).
EFE